Vistas de página en total

1 feb 2011

Hechos 5:32

Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.



El día de hoy nosotros no podemos ser testigos presentes de cómo fue crucificado nuestro Señor Jesús, pero lo que sí podemos hacer es ser testimonio vivo de cómo un carpintero que nació en una de las ciudades más pequeñas e insignificantes ha transformado nuestra vida a través de su sacrificio por nosotros. Los discípulos finalmente habían entendido su labor de ir y hacer discípulos. Habían entendido que lo importante era servir a Dios y no a los hombres. Podían recordar cómo Jesús se había encargado de alimentar a miles de personas en más de una ocasión sin tener nada más que unos cuantos panes y algunos peces. Podían recordar cómo caminó por el agua y cómo calmaba los vientos al reprenderlos con una orden. En otras palabras, los discípulos habían madurado. ¿Tú dónde estás? ¿Sigues siendo un niño? ¿Te gusta escuchar de Dios pero no dejas que transforme tu vida? ¿Vas un día a la semana a un servicio o estudio para que tu pareja te deje de molestar? Hoy quiero compartirte que soy testigo vivo de cómo Cristo ha transformado mi vida y la de muchas personas más. Seguimos siendo pecadores e imperfectos, pero buscamos ser transformados en su misericordia reconociendo que necesitamos de Él en todo momento. Su palabra es alimento para crecer espiritualmente y no para llenarnos de sabiduría pasiva. Nosotros somos testigos de estos acontecimientos… espero que puedas decir: yo he sido testigo de estos acontecimientos. Si no es así, te invito y animo a que hoy te reconcilies con Dios y le pidas que venga a tu vida y viva en ti.
No eran palabras sencillas e inofensivas las que habían declarado Pedro y los discípulos. Estaban acusando directamente a las personas que habían dado la espalda o incluso promovido la crucifixión de Jesús. Pedro los señaló y los expuso. Con toda convicción y con toda fuerza hablaron verdad y nadie pudo esconderse. Quiero decirte que llegará el día en que nosotros seremos expuestos también. Todos seremos juzgados por un ser superior llamado Jehová. Se expondrán nuestras faltas. Quedarán al descubierto nuestros pecados más íntimos. No habrá nada que puedas hacer para pedir perdón. No habrá nada que te libre de lo que hiciste. Ya será demasiado tarde. El perdón se pide hoy a Cristo Jesús. Él es quien nos representa ante el Padre e intercede por nosotros. No sé cuánto tiempo le has dado la espalda a Cristo. No sé si conscientemente lo has evitado. Hoy el Señor te está buscando. Quiere que te reconcilies con Él. Él te ama sin que lo merezcas y sin que hagas nada. Solamente quiere ver tu corazón arrepentido y tu alma dispuesta a cederle el trono de tu vida. Yo soy testigo de que esta fue la mejor decisión de mi vida y te invito a que sea también la tuya. El perdón y arrepentimiento se pide hoy. Mañana puede ser demasiado tarde.

Oración
Padre: te pido perdón por mis pecados. Me arrepiento de llevar una vida alejada de Ti. Quiero reconciliarme contigo y dejarte guiarme por un nuevo camino. Transfórmame. Sé que no merezco tu perdón y te pido por tu misericordia a través del nombre de Cristo Jesús.
Amén

3 comentarios:

horacio aguilar dijo...

q lindo versiculo hechos 5.32
El Espiritu Santo es otorgado a quienes obedecen... y hay q obedecer su Palabra, sus mandamientos. y Dios nos da poder para hacer su voluntad!

Unknown dijo...

Santo Santo Santo eres tu mi amado Dios. Gracias por tu gran amor y por dejarnos al Consolador.

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Amén!