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10 may 2011

Hechos 10:5-8

Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas. Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo.



Si ponemos mucha atención a este pasaje, podemos descubrir todo lo que Dios está haciendo “entre líneas”. En esta ocasión, vemos a un Dios que da instrucciones a Cornelio para mandar a hombres a la ciudad de Jope y que busque a alguien que se llama Simón y que le dicen Pedro. Si recuerdas, en los versículos anteriores, Pedro había ido a Jope porque algunos discípulos le pidieron que los ayudara con la muerte de Dorcas. Pedro se quedó más días en Jope compartiendo a Cristo y ahora está por recibir noticias que su tiempo en esa ciudad ha terminado.
¿Qué tiene de interesante todo esto?
Aunque nosotros no veamos lo que está sucediendo a nuestro alrededor, Dios sí está planeando con mucho detalle lo que habrá de venir. Él puede traer personas de otras ciudades para mostrarte algo que debes aprender. Él tiene la capacidad de sorprenderte y realizar obras totalmente inesperadas para que tú sigas aprendiendo que en Él debes confiar. Piensa en esto: Pedro estaba yendo a Jope sin saber lo que vendría. Antes de esto, Dios ya se había encargado de los planes que tenía para él.
Frecuentemente nos cuestionamos sobre lo que nos sucede. A veces pensamos que nuestra situación debería ser distinta. Pensamos que deberíamos vivir en otro lugar, tener otro trabajo, tener otra situación económica, tener menos problemas de salud, que nuestra pareja fuera más de esto o aquello, o simplemente tener una familia más estable o menos problemática. La realidad es que Dios está utilizando absolutamente cada instante de lo que nos pasa para transformarnos. Es necesario atravesar todo esto para que Él, conforme lo decida, trabaje en nuestros corazones.
Me impresiona cuántas piezas están involucradas en este pasaje: la gente de Jope que vio lo que Pedro hizo, el mismo Pedro, Cornelio, el soldado y su criado. Hoy en día, Dios sigue trabajando igual. Muchas personas involucradas y nosotros no sabemos ni cómo ni cuándo aparecerán. Hoy quiero animarte a que no solamente seas de aquellos que reciben sino de los que dan. Que Dios te utilice para impactar la vida de las personas que pone a tu alrededor y utilices tu situación para darle gloria. Lo que sea que estés viviendo en este momento, dale un giro y comienza a utilizarlo para dar testimonio de Cristo y para darle gloria a Él. Estoy convencido que Dios busca corazones dispuestos como el de Pedro o Cornelio para seguir impactando la vida de personas y ciudades enteras. El trabajo empieza contigo y conmigo. ¿Qué vas a decidir?

Oración
Señor: hoy entiendo que tienes planes muy superiores a los míos y que a pesar de que no pueda ver ni comprender lo que vendrá, sé que todo es por mi bien y para tu gloria. Te pido que pueda servirte independientemente de lo que esté atravesando en mi vida y que aprenda a utilizar todo lo que me rodea para darte gloria. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

4 comentarios:

Unknown dijo...

Alex por favor me puedes enviar un tiempo con Dios a la siguienete direccion mrosaschavez52@hotmail.com. mi direccion anterir se me bloqueo era marocha 95 @hotmail.com

Un Tiempo con Dios dijo...

claro que si.

Unknown dijo...

Me puede enviar igual un tiempo con Dios a mi correo
Monnycruz94@gmail.com

Un Tiempo con Dios dijo...

Hola,
claro, ya te agregué.
También puedes ver todo lo que he escrito en este blog.
Si lo ves en computadora, del lado derecho está toda la lista.
en teléfono es más difícil.