Vistas de página en total

5 may 2011

Hechos 10:1-2

Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.



Cornelio tenía una vida normal. Se levantaba por las mañanas e iba a su trabajo, en este caso al ejército, y regresaba por las noches a su hogar. Siendo centurión tenía a su cargo a cien soldados. No es cosa fácil. Hay personas que tienen grandes problemas por tener solamente a una o dos personas a su cargo. Es probable que haya atravesado momentos difíciles en los que perdió soldados o en los que no estuvo de acuerdo con lo que Roma estaba haciendo. Aún así, el siguió con su trabajo desempeñándolo bien. Podríamos trasladar a Cornelio a nuestros días y su vida sería muy similar a la nuestra. Tendría pruebas con su carácter, con enfermedades, fallecimientos, momentos difíciles, en fin, todo lo que nosotros atravesamos día a día, este hombre lo vivió también. Pero hay algo distinto. Algo que resalta y lo hizo digno de ser recordado en la Biblia. ¿Qué hizo para merecerlo? No tuvo que ganar batallas. No fue el mejor centurión del año. Tampoco el mejor estratega. Para aparecer en la Biblia y ser recordado como un gran hombre sus credenciales se leen así: piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, oraba siempre a Dios y hacía muchas limosnas. ¡Me encanta su descripción!
Si tuvieras que describirte, ¿cuáles serían tus adjetivos? ¿Cuánta diferencia habría con la descripción de alguien más? Quiero resaltar que Cornelio era un hombre común y corriente. Probablemente casado porque nos habla de que él y su casa eran temerosos de Dios. Seguro tuvo discusiones con su esposa. Tuvo tal vez situaciones en las que pudo ser infiel. Su esposa probablemente luchaba con ser respetuosa y aprender a sujetarse a él. Cornelio no vivió distintas pruebas que las que atravesamos hoy en día. Lo único que hizo fue entregar su vida al Señor y obedecerlo en todo momento. Buscó que su casa también se sujetara a Dios y se mantuvo firme dando siempre un testimonio de lo que creía.
No sé por lo que estés atravesando o cómo sea tu vida. Sé que algunos están atravesando divorcios o problemas de adicción. Otros no logran entender las enfermedades que hay a su alrededor mientras otros cuantos luchan por tener un empleo. Escucha bien, no debes esperar a que tu situación “mejore” para entregarte a Cristo. Por eso hice tanto énfasis en que Cornelio probablemente atravesaba los mismos problemas que tú y yo y aún así decidió seguir al Señor de manera congruente. ¡Hagamos lo mismo! Busquemos que en nuestra vida nos puedan describir como: piadoso y temeroso de Dios, oraba constantemente y daba siempre su diezmo y ofrendas. Si has aceptado a Jesús, éste debe ser tu objetivo principal. Espero tu corazón sea sacudido y puedas alinearte con los planes que Dios tiene para ti.

Oración
Señor: quiero ser recordado como tu siervo y que mi vida pueda hablar de mi creencia y amor a Ti. Perdona mis pecados y permite que pueda vivir en obediencia a tu palabra. Permite que mi vida sea luz para los demás. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

No hay comentarios: