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29 jul 2013

2 Pedro 1:3-5


Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.  Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.



Debes saber que estás compuesto de dos partes.  Cuerpo y Alma (espíritu).  Dios nos enseña que el cuerpo debe ser dominado por el espíritu.  El espíritu es quien está en sintonía con Dios.  Nos enseña que el espíritu es quien debe guiar tus acciones.  Y el cuerpo debes aprender que su naturaleza es pecaminosa.  Tus “instintos”, si no tienes comunión firme con Dios, es muy probable que te lleven a tomar malas decisiones.  Por esta razón, Pedro nos dice que Dios nos ha dado todo lo necesario para vivir conforme a su voluntad.  Dios no quiere que seas rico o pobre.  No quiere que seas famoso o poderoso.  No quiere que seas un profesionista exitoso o fracasado.  No.  Lo que Dios quiere y por ello te ha equipado con lo necesario para que lo logres, es que seas un siervo que lleve el evangelio de Dios a las personas.  Quiere que ames a tu prójimo.  Quiere que seas el esposo al que te ha llamado a ser.  La esposa a que te ha llamado a ser.  El hijo al que te ha llamado a ser.  ¿Lo puedes entender?  Lo que hagas en el cuerpo, en lo material, es irrelevante.  Ahora, puedes utilizar todas las circunstancias para compartir a Cristo.  Si eres una persona con mucha fama, qué mejor que la utilices para dar testimonio.  Uno de mis principales propósitos es poder dar testimonio en mi trabajo.  Poder hablar de Cristo con la gente y hacer que la gente vea que la vida en Él es lo mejor que nos puede pasar.  
El pasaje nos dice que debemos escapar la corrupción y a los malos deseos para poder tener parte en la naturaleza divina.  Por ello te expliqué que tienes dos partes que quieren estar tomando decisiones en tu vida: tu carne y tu espíritu.  Debes aprender a discernir entre uno y otro.  Conforme conoces de Dios, tu capacidad de tomar mejores decisiones incrementa.  No te sientas mal si has tropezado.  Pide perdón y piensa en la manera de evitar caer de la misma forma.
El mundo en el que vivimos se mueve en dirección opuesta a la que Dios quiere que tomemos.  Así de fácil.  No hay ninguna relación entre aquello que puedes encontrar allá afuera y lo que Dios pide.  Dios nos ha dado todo lo necesario para poder salir y vivir diferente.  No te hace falta nada.  Sin embargo, si te pregunto ¿Estás haciendo todo lo que Dios quiere, contestarías positivamente?  Debemos aprender a separar la carne del espíritu.  Debemos aprender que los deseos de la carne son opuestos a los del espíritu.  Debemos aprender que no podemos seguir viviendo como antes y de vez en cuando utilizar los principios de Dios para “complementar” nuestra vida.  Dios no está para llenar el área espiritual de tu vida.  Leíste bien.  Dios está para llenar todas las áreas de tu vida.  Él está para reinar sobre ti.  Solamente así podrás escapar de la corrupción que habla el pasaje y tomar la dirección que se enfoca en lo que agrada al Padre.  Piensa en tu vida y en tus decisiones.  Piensa en dónde estarás en 5 años.  ¿Qué dirección estás tomando?  ¿Esa dirección te hará más dependiente de Dios?  ¿Esa dirección te hará seguir cómo hasta ahora?

Oración
Señor: quiero seguir tu camino.  Quiero dejar atrás todo lo que tanto daño me ha hecho y quiero tomar tus instrucciones.  Hoy entiendo que me has dado todo lo necesario para vivir conforme a tu voluntad y soy yo quien sigue poniendo trabas y pretextos para no seguirte.  Te pido que pueda tener sabiduría y aprenda a discernir entre las decisiones espirituales y las carnales.  Gracias por amarme.  Te pido perdones mis pecados Padre en el nombre de Jesucristo.  Amén.

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