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18 dic 2013

1 Juan 5:16-17

Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a muerte, ore por él y Dios le dará vida.  Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a muerte.  Hay pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él.  Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte.



La carta a los romanos en el capítulo 6 verso 23 dice: porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.  ¿Se está contradiciendo la biblia?  Si por un lado nos dice que el pecado es muerte, cómo es posible que al mismo tiempo otro pecado no sea muerte.  Cuando algo así sucede, recuerda que tenemos que ir a la biblia e investigar más para encontrar claridad.  En el libro de Génesis, encontramos a Dios diciendo que el pecado (la maldad) de la gente llegó al punto que decidió terminar con toda la humanidad excepto Noé y su familia.  De la misma forma, encontramos más adelante, que el pecado de Sodoma y Gomorra terminaron en muerte inmediata para esas ciudades.  En el libro de los hechos, encontramos a Ananías y Safira que, al intentar engañar a los discípulos, mueren inmediatamente.  Podríamos entonces entender, que la muerte a la que se refiere Juan en este caso es similar a la que atravesaron estos ejemplos.  Una muerte inmediata.  Una muerte en la que Dios decide el momento y no permite que se peque más.  Por otro lado, también podemos pensar que busca aclarar las confusiones que existían entre ciertas tradiciones judías que no estaban en línea con el evangelio.  Aquí vemos muchos ejemplos con Pablo.  En repetidas ocasiones le cuestionaban sobre su comunión con gentiles o su alimentación entre otras cosas, pensando que eran pecados lo que estaba haciendo.  Claramente estos no son pecados de muerte como se refiere la carta a los romanos.  Ahora, podríamos hacer un estudio exhaustivo sobre este tema y llenarnos de información que al final no nos llevaría a crecer espiritualmente o, podemos tratar de entender qué nos quiere decir Juan como mensaje y cómo debemos aplicarlo a nuestra vida.  Lo primero que vemos es la necesidad de orar por nuestros hermanos.  No juzgar.  Orar.  No señalar y minimizar.  Orar.  No burlarse ni sentirse superior.  Orar.  Todos necesitamos estar orando unos por otros.  Todos caemos.  Todos pecamos.  No nos espantemos por la palabra pecado.  ¿A quién engañamos?  El hecho de hablar de Dios e ir a la iglesia no quiere decir que hayamos dejado de pecar.  Si bien, el pecado ya no reina en nosotros, nuestra naturaleza sigue siendo caída.  El mensaje es la oración por nuestros hermanos.  El mensaje es que Dios da vida.  El mensaje es que el Señor escucha las oraciones que hacemos por nuestros hermanos.  ¡Oremos!  No por hipocresía sino porque entendemos la gran necesidad que hay entre nosotros.  Ora por mí.  Ora para que el Señor me de vida.  Lo necesito.  Y así también lo necesitas tú.  Oremos los unos por los otros para que Dios nos de vida y el pecado no sea señor en nuestras vidas.

Oración

Padre: te pido perdón por mis pecados.  Te pido por mis hermanos en la fe para que les des vida y los fortalezcas en la fe.  Te pido que no permitas que nos separemos de ti y que el pecado no reine en nosotros sino tu Espíritu.  Guíanos mi Señor en todo momento.  En el nombre de Jesús.  Amén

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