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28 jul 2015

Salmos 16:1

Cuídame, oh Dios, porque en Ti busco refugio.




Aunque está muy corto el versículo, te pido que lo vuelvas a leer lentamente y con mucho detenimiento.  Respira profundo y mantén el aire.  Suéltalo entendiendo que en Dios está tu refugio.  Todo, eventualmente todo, se desvanecerá pero Jehová permanece para siempre.  ¿Cuántas veces te has encontrado en un momento difícil donde no sabías hacia dónde caminar?  Que difícil resulta estar en una disyuntiva y no saber cómo reaccionar ni cómo salir adelante.  ¿Sabes?  Dios permite pruebas en nuestras vidas para perfeccionar nuestra fe y moldear nuestro carácter.  Esto significa que, si sigues confiando en tu cuenta de banco como el refugio inmediato por encima del Señor, es posible que Él se encargue de probar tu corazón haciendo que esa cuenta disminuya hasta que abras los ojos y te des cuenta de que ese dinero está tomando el lugar de Dios.  ¿Lo puedes entender?  Las palabras del salmo son pocas pero muy poderosas.  ¡El refugio, la protección, está solamente en Jehová!  Lo triste es lo rápido que lo olvidamos.  Llega un momento difícil y el estrés se apodera de nosotros.  La preocupación reina.  La paz parece quedar en un rincón.  Así nos pasa a todos.  No eres el único.  Nuestra carne quiere que actuemos conforme a lo que podemos ver y tocar mientras que Dios nos lleva a confiar en Él.  Ahora, Dios no es malo y nos deja sin ninguna muestra de su poder.  Basta que confíes una vez, que pongas a prueba su palabra y te darás cuenta de cómo los milagros realmente existen.  Así como Jesús se encargó de alimentar a miles de personas con unos cuantos peces y panes, hoy en día quiere hacer cosas maravillosas en tu vida que jamás imaginarás.  ¿Por dónde comenzar?  Dándote paz en medio de tanto caos.  Dándote refugio cuando nada parece tener sentido.  Dándote esperanza en un mundo perdido.  Has una pausa y medita por un momento cuál es tu refugio.  ¿A dónde, a quién o en qué confías cuando las cosas están mal?  Ten fe y deja todo a un lado.  Deja que Dios sea tu único y suficiente refugio.  Sin importar lo que estés atravesando, entrega tu vida y pide al Señor que sea tu refugio.

Oración

Padre: te pido seas mi refugio.  Sin importar lo que venga, quiero siempre confiar en ti y no apartarme de tu camino.  Te pido traigas paz a mi corazón y no me deje llevar por mi carne.  En Cristo Jesús, Amén.

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