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14 jul 2011

Hechos 12:8-11

Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que era una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle y lego el ángel se apartó de él.



Seguir a Cristo no es de “labios para afuera”. Significa ceñirte y atarte las sandalias para comenzar a caminar y atravesar guardias hasta poder llegar a las puertas de la ciudad y que se abran solas. En otras palabras, debes atravesar pruebas que transformen tu corazón y tu entendimiento. Cruzarás guardias o problemas que nunca pensaste que podrías resolver y te enfrentarás a situaciones que jamás pensaste posibles. Pero si encomiendas tu camino al Señor, Él se encargará de darte lo necesario para que puedas salir adelante y te goces en Su victoria.
Pedro estaba presenciando algo tan extraordinario que incluso pensaba que no era real sino que estaba en una visión. Imagina lo increíble de su situación. Estar encarcelado. Probablemente tenía muchos pensamientos que daban vueltas en su cabeza. ¿Señor, por qué me has traído aquí? ¿No querías que estuviera predicando? ¿Aquí moriré? ¿Qué haré para intentar salir? Y así probablemente pasó sus días. De repente, mientras dormía, el ángel apareció y las cadenas se abrieron y cayeron al instante. “Sígueme” le dijo. Y Pedro le siguió. La Palabra de Dios está llena de ejemplos sobre lo que podemos atravesar en nuestra vida y nos demuestra siempre que el Señor no está lejos, no nos ha abandonado y sobre todo no ha perdido ni un instante el control de lo que está pasando. Entiendo que pudiera parecer lo contrario cuando las cosas están totalmente en nuestra contra, pero la realidad es otra.
No te extrañes de estar desanimado y confundido. ¡Es normal! No siempre tendremos las respuestas de lo que nos sucede. Recuerda que Pedro estaba siguiendo en obediencia a Jesús y terminó en la cárcel. ¿Tenía sentido? ¡Por supuesto que no! Pero sí tenía un propósito. Es probable que te sientas encarcelado y con cadenas que no te dejan mover. O tal vez alguien cercano a ti está en esta situación. Te recomiendo que leas el pasaje y busques encontrar el milagro que Dios hizo en la vida de Pedro y entiendas y creas que puede hacer lo mismo en ti. Me gustaría que cada uno de nosotros experimentara algo similar a lo que vivió Pedro y cuando veamos cómo el Señor abre caminos y puertas que ni siquiera pensamos que existían recordemos este pasaje y le demos toda la gloria a Él.

Oración
Señor: tu palabra es increíble y llena de instrucción para mi vida. Gracias por mostrarme cómo vivir tu camino y darme la dirección correcta. Te pido que pueda entregarte mis problemas y preocupaciones. Te pido que pueda confiar en Ti y comprender que a Tu tiempo y a Tu manera todo se resuelve. Gracias por tus bendiciones, en el nombre de Jesús.
Amén.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena explicacion ,muchas gracias por compartir ,Dios le guarde de todo mal,saludos desde Argentina

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Saludos hasta Argentina!
Gracias por tus palabras y qué bueno que haya sido de bendición.

Unknown dijo...

Esta muy bien explicado le felicito

Un Tiempo con Dios dijo...

!Gracias y gloria a Dios!

Unknown dijo...

Amén.

Unknown dijo...

No una sino muchas veces nos encontramos sin salida; pero, como lo explica en Hechos 12 8-11 hay muchos caminos que El Señor nos muestra y que uno de ellos por su "gracia" es para nosotros. Invocándole hallaremos la respuesta. Gracias y muchas bendiciones 🙏

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias por sus comentarios.
Igualmente bendiciones para ustedes.

yraima vivas dijo...

Hola quiero aprender más de la palabra @yraima.vivas@gmail.com