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31 ago 2010

1ª Samuel 12:12

Y habiendo visto que Nahas rey de los hijos de Amón venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino que ha de reinar sobre nosotros un rey, siendo así que Jehová vuestro Dios era vuestro rey.




En el versículo 11, vemos la respuesta de Jehová al clamor de los israelitas y les provee de protección. En el versículo 12 nos damos cuenta de lo ciegos y tercos que podemos ser. Aun viendo el milagro de Dios de protegerlos de sus enemigos, al ver que se acercaba Nahas el rey de Amón, los israelitas comenzaron a pedir por soluciones que ellos consideraban correctas. Clamaron por que se terminara su problema. Buscaron tener paz inmediata.
¿Cómo somos nosotros comparados con ellos? Iguales. No parecidos. Iguales. Cuando hay enfermedades, pedimos por sanación. Cuando hay carencia económica, pedimos por un trabajo. Pedimos por una casa, pedimos por comida, pedimos porque se vayan los problemas y podamos vivir tranquilos. ¡Error! La falta de paz y gozo en nuestra vida no radica en lo que estemos atravesando. Radica en el lugar en el que se encuentra nuestro corazón. Porque donde está nuestro corazón, ahí están nuestros tesoros dice la palabra de Dios. El Señor nos promete abrigo, techo y sustento. No lo dudes. Él cumplirá su parte. Pero a nosotros nos gusta dirigir la forma en que debe cumplir Dios con sus promesas. Los israelitas supieron que Jehová los estaba protegiendo, pero no les gustó la forma. Ellos voltearon a sus alrededores y vieron que los pueblos vecinos tenían reyes y ellos no. De repente surge una idea. Tal vez debemos tener reyes que puedan defendernos y guiarnos como lo hacen los demás. En la actualidad, ves a tu vecino, a tu familiar, a tu amigo y piensas: ah, tal vez debería hacer esto o aquello, tal vez debería tener tal o cual cosa, y así viviría mejor.
Nuestra voluntad, nuestras fuerzas, nuestra mente deben estar enfocadas en amar al Señor. En buscar su reino. En darle la gloria. En ir y hacer discípulos. Dios se encarga de darnos lo que necesitamos para vivir. Él se encarga de proveer para que no nos falte nada. El problema es que seguimos volteando a todos lados y buscando soluciones en donde no las hay. El mundo que gira a tu alrededor no tiene la paz y el gozo que estás buscando. No tiene la dirección que necesitas. Jehová es la forma de llenar tu vida.
Hoy te animo a meditar en lo que hicieron los israelitas al pedir un rey pensando que sería bueno solamente porque veían que eso se hacía a su alrededor y cambiaron a Jehová su rey por un rey humano. ¿De qué forma podrás estar cayendo en la misma situación en la que desplazas a Dios por una solución que pareciera más inmediata?

Oración
Padre: hoy te pido no porque se terminen mis problemas sino porque pueda tener paz y gozo a pesar de las circunstancias. Te pido que pueda entender lo que quieres mostrarme y lo que quieres que cambie. Entiendo que Tú ves por mi bienestar y te pido que pueda yo ver siempre por vivir para servirte. Gracias por tu amor y por todo lo que haces por mí. En Cristo Jesús
Amén

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