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15 jun 2011

Hechos 10:47-48

Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.



Final feliz. A veces parece que nunca llegará. Nos desesperamos. Nos agobiamos. Nos dejamos envolver por todo lo que está sucediendo y nos olvidamos completamente de que Dios sigue acomodando piezas que eventualmente darán un resultado. Me parece que si algo tienen en común los personajes que vemos en la biblia es, que después de ser moldeados por el Señor, todos esos cuestionamientos y dudas respecto a Sus planes dejaron de existir. Pedro no entendía bien lo que estaba pasando. Era difícil comprender que ahora debía no solo testificar sino convivir y preocuparse por los gentiles. Su mente estaba siendo transformada de principio a fin. Todo lo que había aprendido se derrumbaba porque ahora Jesús estaba construyendo. Moisés que tanto cuestionó a Jehová en sus planes, lo vemos en un desierto guiando al pueblo de Israel esperando solamente la dirección del Señor.
Pedro finalmente entiende lo que está pasando y hace lo que Jesús le había pedido: discípulos bautizándolos en Su nombre. ¿Cuántas veces viviremos momentos difíciles? Muchas. ¿Cuántas noches cuestionando lo que sucede? ¿Cuánto nos tardaremos en entender y ver los resultados? Si el día de hoy te estás cuestionando sobre lo que te está pasando y no logras entender nada, quiero decirte que estás buscando por el lado equivocado. La palabra de Dios, en ningún momento nos dice que las respuestas a nuestras interrogantes llegarán inmediatamente. Al contrario, la biblia nos recuerda constantemente que debemos esforzarnos y ser valientes, que debemos meditar de día y de noche en Su palabra. Nos dice que pongamos nuestros ojos en Jesús y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, que tomemos el escudo de la fe para defendernos de todo lo que venga contra nosotros. En resumen, nos dice que busquemos su reino y Él se encargará de lo demás. ¿Qué quiere decir esto? Que tú y yo no debemos estar buscando respuestas ni entendimiento a lo que nos sucede. Nuestro deber es que todo lo que hagamos sea para la gloria de Él. ¿Para qué quieres entender Sus planes? ¿Para qué cuestionarlos? Créeme. Si de algo estoy convencido es que Dios los revelará en el momento preciso. No antes, no después. Pero a nosotros nos encanta correr y queremos adelantarnos. Corramos con paciencia y dejemos que Dios, así como mostró a Pedro sus planes, nos muestre a nosotros también.
Finalmente Pedro tuvo el gozo de trabajar para el Señor en lugares y con personas que nunca imaginó. En ese momento estaba lleno de alegría disfrutando de la obra de Dios y dejando que Él decidiera a dónde iría después.

Oración
Señor: perdona mis pecados. Quiero dejar de cuestionar tus planes y comenzar a crecer en mi fe caminando con paciencia hacia ti. Quiero aprender a esperar y confiar. Quiero pedirte que mi vida pueda servirte y que me guíes en tu camino. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

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