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30 abr 2014

Hebreos 7:4-7

Consideren la grandeza de ese hombre, a quien nada menos que el patriarca Abraham dio la décima parte del botín.  Ahora bien, los descendientes de Leví que reciben el sacerdocio tienen, por ley, el mandato de cobrar los diezmos del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también son descendientes de Abraham.  En cambio, Melquisedec, que no era descendiente de Leví, recibió los diezmos de Abraham y bendijo al que tenía las promesas.  Es indiscutible que la persona que bendice es superior al que recibe la bendición.



A mi parecer, cada día nos alejamos más y más de ciertas costumbres y tradiciones que nos complican entender lo que culturalmente explica la biblia.  No sólo es difícil por ser una cultura oriental y la nuestra occidental sino que además, conforme pasan los años, nuestras costumbres también cambian.  Recordemos por ejemplo, la gran importancia del sacerdocio y, sobre todo, de la genealogía de ese sacerdocio.  En los tiempos de Jesús, los mismos fariseos le replicaban diciendo que eran hijos de Abraham y por consecuencia, tenían el cielo asegurado.  Había un extremismo en cuanto a la genealogía.  Ojo, Dios mismo había explicado la importancia en cuanto a la misma.  Incluso, se les había prohibido juntarse con gentiles y que siguieran a otros dioses.  Por eso, la biblia nos deja un gran detalle sobre la posición que Melquisedec tenía.  Irónicamente no se nos dice casi nada de él pero sí se aclaran perfectamente sus características.  ¿Y qué podemos aprender de todo esto?  Que Cristo, no es cualquier sacerdote.  Querían disminuir su esencia divina a humana y por ello se aclara a través de Melquisedec que Jesús no tiene que ver con Leví sino que está por encima de él.  Sabemos que Jesús tiene su genealogía basada en la tribu de Judá.  Hijo de David.  Confirmando así, el nuevo pacto y el freno a la necesidad de seguir con el sacerdocio y los sacrificios.
A pesar de que dos mil años han pasado, hoy día seguimos viendo el mismo comportamiento en la gente al querer negar la divinidad de Cristo.  “una gran persona; un gran ejemplo; un revolucionario” y así muchos otros adjetivos.  Error.  Cristo es Dios mismo.  El pasaje de hoy nos explica que Melquisedec recibió el diezmo  sin ser descendiente de Leví.  Algo totalmente en contra de lo que debía ser.  También los pasajes anteriores nos dicen que Jesús es sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.  Si con esto aprendemos que Melquisedec es mayor que Leví, podemos concluir que el sacerdocio de Jesús es, por lo tanto, mayor al de Leví.  Cristo es nuestro sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.  Tal vez no te cause mucho impacto leer esto pero su significado es enorme.  Rompe con la genealogía de Leví y cumple con las profecías acerca del Mesías.  Ahora, ¿qué lugar tiene Jesús en tu vida?  En tu mente y en tu corazón debes tener claro que es Dios hecho hombre y que no hay absolutamente nada ni nadie están por encima de Él.  Ningún otro hombre.  Ningún otro “santo”.  Nadie.  Él es el único camino y no debes dejarte confundir.

Oración

Señor: gracias por tu palabra y por enseñarme a no desviarme de tu camino.  Gracias por la vida de Jesús y por cumplir tus profecías y promesas en Él.  Gracias por permitirme leer y estudiar tu palabra y abrir mis ojos a tu grandeza y poderme sorprender de la exactitud con la que tus promesas se han cumplido.  Gracias Señor en el nombre de Jesús.  Amén

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