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1 abr 2014

Hebreos 5:11-14

Sobre este tema tenemos mucho que decir aunque es difícil explicarlo, porque a ustedes lo que les entra por un oído les sale por el otro.  En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la palabra de Dios.  Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido.  El que sólo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho.  En cambio el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.



Procrastinar.  Significa aplazar o diferir.  Algunos lo hacen tan seguido que simplemente viven pensando que la semana que entra o el mes que entra realmente comenzarán a hacer lo que se han planeado.  Quieren hacer ejercicio pero dejan para “mañana” el empezar.  Quieren cambiar algo pero en lugar de hacerlo inmediatamente prefieren hacerlo “el lunes”.  ¿Sabes?  Procrastinar es sumamente destructivo.  El tiempo pasa y simplemente no haces nada.  Poco a poco me he ido percatando de cuánto caigo en esta tendencia.  Pienso y planeo varias cosas que me gustaría hacer y conforme pasa el tiempo me doy cuenta que no he hecho nada.  ¿Por qué?  Porque no decidí actuar al instante.  Porque mis planes entraron por un oído y salieron por el otro.  ¡Eso es precisamente lo que quiere que entendamos el autor de hebreos con estos versículos!  ¡Debemos dejar de aplazar todo!  Debemos aprender a escuchar y a poner por práctica.  No mañana.  No al inicio o final de la semana.  No cuando se acabe esto o aquello.  Tampoco cuando mejore la situación.  ¡No!  Se empieza y se obedece al instante.  ¡Eso es obedecer!  ¡Eso es madurar y crecer espiritualmente!  De otra forma, jamás podrás probar el alimento sólido.  Seguirás escuchando los mismos sermones y los mismos principios pues nunca darás un paso ni subirás el escalón de la fe.  Ahí estancado.  Queriendo que las cosas sean diferentes pero realmente no haces nada para cambiar.  Nos están exhortando a la acción.  Nos están motivando a dejar de ser oidores y convertirnos en hacedores.
¿Cuánto tiempo tienes de conocer a Cristo?  ¿Cuánto ha crecido tu madurez espiritual?  ¿Crees estar tomando alimento sólido o sigues siendo un bebé?  La biblia tiene mucho que enseñarnos, sin embargo, es necesario que maduremos espiritualmente para poder entenderlo.  Esto sucede solamente cuando escuchas, aprendes y pones en práctica cuando llegan las pruebas.  Es tiempo de eliminar la mala costumbre de dejar para después.  Es tiempo de cambiar ahora.  Es tiempo de escuchar la palabra y guardar todo ese aprendizaje y ponerlo por práctica inmediatamente.  ¿Qué escuchaste?  ¿Qué piensas que es necesario cambiar?  ¿Qué estás haciendo que no agrada al Señor?  Entrégalo hoy y cambia hoy.  Que no te entre por un oído y salga por el otro.  Que no sigan pasando los días y no hagas nada en tu vida.  Es tiempo de crecer y ser adulto.  Es tiempo que dejes de ser bebé y tomes alimento sólido.

Oración

Padre: perdóname.  Debería ser adulto y tomar alimento sólido pero sigo necesitando leche.  Te entrego mi vida hoy y quiero cambiar y obedecerte hoy.  No quiero dejar que sigan pasando los días y yo siga igual.  No quiero que tu palabra entre por un oído y salga por el otro.  Mi Dios, quiero escucharte y sobre todo, seguirte e imitar los pasos de Cristo.  Guíame y no permitas que me aparte de Ti.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.

7 comentarios:

Daniel Fuentes dijo...

Dios le bendiga gracias por este hermoso mensaje

Un Tiempo con Dios dijo...

Hola Daniel
Muchas gracias por tu comentario.
Que Dios te bendiga.

Unknown dijo...

Dios le bendiga

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias y que Dios te bendiga!

Unknown dijo...

Dios lo bendiga y buena enseñanza 🙌🙌

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Gracias e igualmente bendiciones para ti!

Unknown dijo...

Gracias por este mensaje es para mí una bendición muy especial, bendiciones para todos y que Dios los siga usando con más sabiduría, amén