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20 ene 2015

Hebreos 13:24-25

Saluden a todos sus dirigentes y a todos los santos.  Los de Italia les mandan saludos.  Que la gracia sea con todos ustedes.



El día de ayer aprendimos sobre la importancia del compañerismo y amor entre hermanos mientras que el día de hoy tenemos la palabra que nos guía para poder llevarlo a cabo: gracia.  Proviene del griego jaris y significa la influencia divina sobre el corazón y su reflejo en la vida (concordancia Strong).  La realidad es que por tus propias ganas no vas a amar a tu prójimo ni a tener la mejor comunión con tus hermanos en Cristo.  Tarde o temprano, tu YO, o el de ellos, saldrá a la luz y surgirán problemas.  Cualquier relación interpersonal siempre encontrará conflictos.  Es normal.  No es ser pesimista sino realista.  Por eso, la biblia nos enseña cómo podemos realmente amar y convivir con los demás: a través de la gracia.  La gracia que Dios tiene para con nosotros y la manera en que la canalizamos con los demás.  Piénsalo.  Cuando haces consciente lo poco que mereces el amor incondicional de Dios y experimentas cómo derrama su gracia sobre ti y te llena de bendiciones, puedes darte cuenta que el siguiente paso, y lo más lógico, es salir y compartirlo.  Sin importar que merezcan o no tus buenas actitudes.  Así como Cristo sufrió por ti sin siquiera merecerlo, tú y yo, vamos a amar a nuestro prójimo, a nuestros hermanos en Cristo, a nuestros familiares y a nuestros amigos sin importar lo que ellos hagan o dejen de hacer.  Todo por la gracia que Dios derrama sobre nosotros.  Él inicia todo y no tus buenas intenciones.  Él se encarga de transformar tu corazón de piedra por uno de carne y no un conjunto de retiros espirituales y de buenas vibras.  Él se encarga de renovar tu mente y tus pensamientos y no las “leyes de la atracción”.  Sin la gracia, los discípulos habrían sido despedidos al primer día de estar con Jesús.  ¡Cuántos errores cometían!  Así los seguimos cometiendo el día de hoy.  Por lo tanto, aprende lo que significa la gracia y cómo actúa en tu vida.  Aprende a llevarla dentro de tu rutina diaria y permite que la gente pueda verla a través de tus acciones.  Recuerda, el mejor testimonio es el de hechos y no de palabras.
El autor de hebreos concluye enviando saludos y cerciorándose que la base de su relación con Dios esté bien fundamentada a través de la gracia.  Hay un libro extraordinario de Philip Yancey llamado “Gracia Divina vs Condena Humana!  En él encontramos un desarrollo interesantísimo sobre lo que la gracia hace.  Tristemente nos cuesta trabajo entender lo que significa Gracia porque no la vemos por ningún lado.  Ni siquiera en las iglesias se practica constantemente.  “Que la gracia sea con ustedes” no es una frase linda para terminar la carta de hebreos sino un pilar para la vida diaria.  Te animo a que leas el libro y trates de meditar en lo que realmente significa gracia y cómo Dios la derrama todos los días sobre ti.  Por el contrario, también piensa en cuánto juzgas a los demás aplastando al mismo tiempo la oportunidad de extender la gracia que has recibido.

Oración

Señor: nunca dejo de sorprenderme al estudiar tu palabra.  Gracias por mostrarme que mis juicios interfieren para que tu gracia llegue a más personas.  Gracias por enseñarme que tu gracia es la que me da el alimento necesario para poder amar y servir a mi prójimo.  Gracias porque tu gracia abunda para los que te amamos y nos la das sin restricción.  Te pido pueda convertirme en un instrumento que todos los días promueva y actúe conforme a tu voluntad llevando como premisa tu gracia en mi vida.  Te pido perdones mis pecados en el nombre de Jesús.  Amén.

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