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17 ene 2012

Hechos 17:13-15


Cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que también en Berea estaba Pablo predicando la palabra de Dios, fueron allá para agitar y alborotar a las multitudes.  En seguida los hermanos enviaron a Pablo hasta la costa pero Silas y Timoteo se quedaron en Berea.  Los que acompañaban a Pablo lo llevaron hasta Atenas.  Luego regresaron con instrucciones de que Silas y Timoteo se reunieran con él tan pronto como les fuera posible.


¿Qué tan aferrado estás a lo que el Señor te ha dado?  ¿Quieres darte cuenta de cuánto confías en Dios y cuánto en las bendiciones que Él te ha dado?  Simplemente piensa si serías capaz de entregar absolutamente todo y seguir viviendo agradecido.  ¿Podrías dejar tu casa?  ¿Tu ciudad?  ¿Tu salud?  ¿Tus seres queridos?  ¿Tu vida?  La biblia nos dice que somos administradores de lo que el Señor nos da.  Esto quiere decir que realmente nada nos pertenece.  ¿Lo entendiste?  Nada.  Tu salud, tu familia, tu trabajo, tu casa.  Podrías decir que trabajaste duro para conseguir tu casa y que gracias a ese gran esfuerzo la tienes.  Yo te pregunto: ¿Quién te permitió levantarte cada día para que trabajaras?  ¿Quién te dio salud?  ¿Acaso nosotros decidimos cuándo estamos sanos y cuándo enfermos?  ¿Podemos decidir qué trabajo tener y cuánto ganar?  Crecemos rodeados de ideas que nos hacen pensar que nosotros podemos decidir sobre todos estos temas.  Incluso hay dichos que involucran a Dios que son opuestos a su palabra: ayúdate que yo te ayudaré, busca la paz en tu interior, piensa positivo para vivir positivo, primero debes estar bien tú para poder estar bien con los demás, y así la lista sigue.
El día de ayer leíamos que la gente de Berea estaba recibiendo el evangelio y lo estudiaban.  Gran cantidad de personas se convencía de que las nuevas de Pablo realmente concordaban con las escrituras.  Hoy vemos que los judíos que tanto persiguieron a los discípulos en Tesalónica, viajan hasta Berea para seguir con su labor.  Por esta razón, Pablo tiene que salir de Berea y es llevado a la costa para posteriormente salir rumbo a Atenas dejando atrás a dos personas importantísimas en su vida, a Silas y a Timoteo.  Los discípulos estuvieron en tantas ciudades que nos parece insignificante el hecho de que fueran de un lugar a otro.  Pienso que la primera vez que Pablo tuvo que escapar de una ciudad fue más difícil que la segunda y así sucesivamente hasta que se convirtió en una manera de vivir.  Siempre dependiendo de el Señor y dispuestos a ir a donde se les encomendara en ese día.  Comencé preguntando por tu facilidad de desprenderte de lo que Dios te ha dado.  ¿Qué piensas?  ¿Puedes identificarte con los discípulos quienes poco a poco entregaron su vida entera para servir al Señor o más bien estás del lado de los que quieren acumular todo para sí mismos y se oponen a cualquier cambio que Dios quiera realizar?  La verdad es que Dios quiere que nos aferremos a Él y solo a Él.  Hoy quiero dejarte con un reto.  Deja que el Señor examine tu corazón y pon a Sus pies aquello que no quieres dejar.
Oración
Señor Padre: te pido examines mi corazón y me muestres todo aquello que me cuesta trabajo o no quiero entregarte.  Ayúdame a entender que es tuyo.  Ayúdame a entender que debo vivir para Ti y no para mí.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén 

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