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14 mar 2012

Hechos 20:13-16


Nosotros, por nuestra parte, nos embarcamos anticipadamente y zarpamos para Asón, donde íbamos a recoger a Pablo.  Así se había planeado, ya que él iba a haceresa parte del viaje por tierra.  Cuando se encontró con nosotros en Asón, lo tomamos a bordo y fuimos a Mitilene.  Desde allí zarpamos al día siguiente y llegamos frente a Quío.  Al otro día cruzamos en dirección a Samos y un día después llegamos a Mileto.  Pablo había decidido pasar de largo a Efeso para no demorarse en la provincia de Asia, porque tenía prisa por llegar a Jerusalén para el día de Pentecostés, si fuera posible.

Si tienes frente a ti un mapa de la región, verías que se encontraban en Éfeso y Jerusalén está hacia el sureste.  Cuando deciden ir a Asón y luego a Mitilene ¿Qué dirección crees que tomaron?  Incorrecto.  Fueron hacia el noroeste.  Totalmente contrario a donde Pablo quería llegar.  Tal vez pienses que tenían mucho tiempo y que por eso lo hicieron, pero el pasaje dice que no pararon de vuelta en Éfeso porque querían llegar a Jerusalén para el Pentecostés.  No se tú, pero a mí me gustan las cosas simples, prácticas y eficientes.  Si puedo tomar un atajo que lleve al mismo resultado lo tomo inmediatamente.  Así soy.  Si hay un camino con un gran paisaje y otro más rápido, es probable que tome una vez el paisaje y nunca más lo vuelva a hacer pues sufriría sabiendo que puedo llegar más rápido a mi destino.  Muchas veces queremos que las cosas funcionen igual con las pruebas que atravesamos.  Conocemos nuestra situación actual y la analizamos.  Necesitamos más oración, paciencia, tiempo con el Señor y demás.  Cada consejo que recibimos nos dice mucho de lo que ya sabíamos que debemos hacer.  De todas formas nos preguntamos si habrá forma de “darle velocidad” a los planes del Señor.  ¿Ya te identificaste?  Nos gustaría que Dios fuera más práctico y nos llevara directo a revelarnos su plan.  ¿Para qué pasar por todo esto mi Dios?  ¿No sería más fácil que lo entendiera de una vez?  Pero la respuesta es negativa.  Quiere que vayamos al norte, luego al este, luego al sur para finalmente llegar al oeste.  ¿Por qué no fuimos directo al oeste?  No lo sé.  Lo que sí sé es que Sus planes son mejores que los tuyos y los míos así que seguramente preferirás guiarte en su perfección que en tu imperfección.
Pablo quería llegar a Jerusalén.  A pesar de ese deseo, se tomó el tiempo para ir y predicar el evangelio en nuevos lugares los cuales estaban en dirección opuesta a su destino.  Este debe ser nuestro caminar con Dios.  Primero están Sus planes, Su gloria, Su reino y Su adoración.  El amarlo con toda nuestra mente, nuestras fuerzas y sobre todas las cosas toma forma cuando nos dirigimos de esa manera.  No poniendo nuestros planes ni nuestros deseos primero sino los suyos para su gloria.  Yo sé que te gustaría que tu ser querido no estuviera enfermo.  Yo sé que te gustaría que tu pareja hiciera esto o aquello o dejara de hacer tal o cual cosa.  Sé que hay muchas cosas que te quitan el sueño y producen gran preocupación y angustia.  Hoy te puedo decir que debemos aprender a tomar el camino largo y dejar que el Señor nos transforme mientras caminamos.  Si bien, todo podría cambiar en un instante, nuestro Dios, en su amor, ha decidido llevarnos por esa vía.  
Tal vez has querido tomar atajos y ser práctico en tu vida espiritual.  Hoy debes saber que así no funcionan las cosas.  Nuestro Dios nos hará ir por caminos más largos, menos prácticos, menos directos y para nuestra forma de verlo menos eficientes.  La realidad es que es el mejor camino que podríamos tomar.  Simplemente, es el camino que necesitamos para ser renovados en nuestra fe.  Ahora te corresponde decidir qué dirección tomar.  ¿Seguirás buscando atajos o dejarás que Dios te lleve en Sus planes y en sus direcciones?
Oración
Señor: te pido perdón por mis pecados y por querer cambiar tus planes por los míos.  Perdona que busque que todo se resuelva a mi manera y por querer tomar atajos en mi vida espiritual.  Hoy entiendo que tu camino es el mejor para mí y que me llevará a bendiciones.  Te pido que pueda fortalecer mi fe y mi esperanza en Ti para vivir confiado en tu amor y tu cuidado.  En el nombre de Jesús te lo pido.  Amén 

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