Vistas de página en total

27 mar 2012

Hechos 20:33-35


No he codiciado ni la plata ni el oro ni la ropa de nadie.  Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de la de mis compañeros.  Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: hay más dicha en dar que en recibir.


¿Cuánto dinero crees que podía tener Pablo?  Es muy poco probable que podría ser considerado como acaudalado.  De hecho, es más probable que se encontrara entre aquellos que tenían lo suficiente para vivir y nada más.  Por el contrario, su actitud no habla de una persona que estuviera preocupada por qué comería mañana o por cómo ganar más dinero.  Si bien, la biblia hace referencia en repetidas ocasiones sobre el dinero, Pablo pocas veces nos menciona algo relacionado a él.  Lo que si nos dice es que debemos preocuparnos por los necesitados.  Insisto, Pablo no era una persona que tuviera dinero de sobra.  Aun así nos muestra que debemos cuidar de los que sufren alguna necesidad.  ¿Por qué hago tanto énfasis en su situación económica?  Porque muchos piensan que el día que tengan más podrán comenzar a ayudar.  ¡Falso!  Estos caen también en la categoría de los que comenzarán a dar su diezmo hasta que ganen más.  ¡Mentira!  Si no eres fiel en lo poco, ¡mucho menos en lo mucho!  El Señor se goza con un corazón dador.  Se goza viendo a sus hijos entregar de su tiempo y de su esfuerzo compartiendo con los necesitados las bendiciones que Él entregó.  Cada día comprendo más la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) y por qué a uno le da el doble mientras que al otro le quita.  Aquél que recibe más es porque supo utilizar lo que recibió para dar más gloria a su señor mientras que al que le fue quitado lo que tenía no hizo absolutamente nada con lo que recibió.  No tienes que esperar a que recibas 10 15 o 100.  El día de hoy tienes más de lo que necesitas y estoy seguro que puedes compartir de las bendiciones que el Señor te ha dado.  ¡Aunque sea un solo talento, debes ponerlo a trabajar!  Ahora, no todo es dinero.  También puedes dar de tu tiempo o esfuerzo físico.  Puedes compartir de la palabra si tienes talento para enseñar.  Puedes ayudar a otras personas a orar.  Solamente se trata de tener la disposición de servir y, por el contrario, deshacernos de esa mentalidad de querer ser servidos.  ¿Estás muy ocupado y no te da tiempo?  Pablo nos puso un buen parámetro para comparar: trabajaba para ganar dinero construyendo tiendas y trabajando la piel, después, compartía a Cristo hasta altas horas de la noche.  ¿Le quedaba tiempo para algo más?  Probablemente solo para dormir unas cuantas horas.
Hay más dicha en dar que en recibir.  Lo hemos escuchado pero pocas veces lo ponemos por práctica.  Preferimos codiciar, desear y recibir.  El querer tener algo no tiene nada de malo.  El problema es cuando no entendemos que el Señor puede querer algo distinto para nosotros.  Imagina si Pablo se hubiera aferrado a no cambiar más de ciudad.  O que hubiera querido trabajar más dejando menos tiempo para predicar pues quería recibir más dinero para vivir más cómodamente.  Si bien, hubiera tenido comodidades y bienes materiales, se hubiera perdido de las enormes bendiciones que recibió al dedicar su vida al servicio de Cristo.  Entonces, piensa en cuántas bendiciones te estás perdiendo por perseguir todo menos a Jesús.  Reflexiona en lo que deseas.  Reflexiona en aquello que dedicas tu tiempo y esfuerzo.  ¿Qué te quita el sueño y a qué dedicas tanto de ti?  Nuestro Dios es un Dios celoso y quiere que le entreguemos nuestra vida entera siendo Él el Rey y Señor de todo nuestro ser.  No de una parte ni dos partes.  De todo.  ¿Estás dispuesto a entregarte?  ¿Estás dispuesto a servir?  ¿Estás dispuesto a utilizar sus bendiciones para llevarlas a los demás?  Espero que tus respuestas sean afirmativas y el Señor te llene de gozo como solamente Él puede hacerlo.
Oración
Señor y Padre: Cuántas gracias te doy por darme un camino por dónde ir.  Gracias por haberme encontrado mientras yo estaba totalmente perdido.  Pensaba que debía trabajar para mí y los míos mientras hoy entiendo que debo trabajar para Ti y servirte a Ti.  Enséñame a llevar tus bendiciones a los demás y a no querer atesorar ni codiciar sino compartir y dar al necesitado.  Transforma mi corazón y mi entendimiento.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén 

5 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente estudio bíblico. Creo que muchos están preocupados en como hacer dinero.

Unknown dijo...

Gloria Dios
😇🙌

Anónimo dijo...

Dios les bendiga quiero una orientación será malo el participar en ventas para pagar los servicios de la iglesia

Un Tiempo con Dios dijo...

Muchas gracias por sus comentarios.
Con respecto a la pregunta, ¿podrías explicar un poco más? ¿Cuál es tu preocupación? ¿Por qué sería malo?

Anónimo dijo...

Bendiciones, excelente explicación y enseñanza.
Muchas gracias 🙏