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9 ene 2013

Un año más.


Para algunos pasó rápido y para otros sumamente lento.  Celebramos que terminó un año lleno de momentos únicos.  Algunos tan difíciles que parecía que los días no avanzaban mientras que otros tan alegres que se iban como el agua entre las manos.  Así pasan los días, los meses y los años.  Debemos aprovechar estos tiempos para reflexionar y hacer una pausa sobre el rumbo que estamos dando a nuestra vida.  Debemos dejar que Dios nos examine y, con honestidad, reconocer si estamos en el camino correcto.  Le doy gracias a Jehová por un año más.  Le doy gracias por lo que me permitió vivir.  Lo bueno y lo malo.  En especial lo malo porque me hizo recordar que lejos de Él, nada puedo hacer.  Espero que este año pueda seguir creciendo espiritualmente y que mi vida pueda servir para que otras personas quieran acercarse a Jesús.  
Gracias a cada uno de ustedes que lee lo que escribo y en especial a los que no solo se toman el tiempo de contestar sino de abrir su vida y su corazón al exponerme las situaciones que están atravesando.  No se imaginan cuánto aprecio esos correos.  Espero haber ayudado en cada momento de lo que estaban atravesando.  Gracias a aquellos que no solo leen lo que escribo sino que además lo comparten con más personas.  Creo que ustedes han entendido que las bendiciones de Dios son demasiado buenas para dejarlas guardadas.  Espero que este año, más personas puedan conocer del Dios que los ama y que quiere reconciliarse con ellos.  Espero que haya más correos electrónicos en mi lista y que más personas entren al blog a leer una breve descripción de lo que el Señor puede y quiere hacer en sus vidas.  Gracias a mi esposa que me motiva a escribir y a seguir con este trabajo.  Gracias a aquellos que me han compartido lo útil que les han sido estos devocionales.  Honestamente hay días en los que no quiero escribir y prefiero dormir o hacer alguna otra cosa (mi propósito es escribirlos el día anterior en lugar de las 5am).  Hay días en los que la rebeldía entra en mí y me dice que no debería hacerlos diario pues es mucho trabajo.  Pero gracias al Señor que pone el querer como el hacer y hoy puedo ver cuánto ha crecido su obra simplemente por mantenerme fiel.  Hoy te digo que tan solo en mi lista de distribución de correos, hay cerca de 200 personas.  Si agregamos a los que reenvían, mi cálculo es que alrededor de 300 personas reciben un tiempo con Dios diariamente.  Además hay que agregar a los que consultan el blog por internet.  Espero que estos datos te sirvan para animarte a compartir con los demás lo que Dios está haciendo en tu vida y lo que puede hacer por ellos.  Ojalá y este año entendamos nuestra responsabilidad de ir y hacer discípulos y la pongamos como prioridad.  Espero también, que aprendamos a amar a Dios por sobre todas las cosas y en especial por encima de nuestra voluntad.  Espero que este año, podamos aprender a ver con Sus ojos, a escuchar con Sus oídos y a hablar con Sus palabras.  Espero podamos vivir en su amor y que amemos a los demás como Él nos ha amado.  Espero que podamos dejar atrás el miedo que nos detiene a entregarle nuestra vida sin restricción y vivir plenamente en Él y para Él.  Aunque suene extraño, no deseo que este año sea mejor que el anterior, no deseo que crezcas en lo material ni que haya salud.  El Señor se encargará de darnos lo que necesitamos y probablemente nos de más.  En cambio, espero que haya más compromiso de nosotros hacia Él sin importar lo económico, la salud o cualquier otra circunstancia.  Que Dios te llene de su paz, amor y bendición.

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