Mateo 2:3

Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

¿Qué fue lo que escuchó Herodes? Escuchó a los magos preguntando por el rey de los judíos (Jesús) que ha nacido (v.2).
¿Por qué se turbó? ¿Por qué ya no pudo seguir como si nada hubiera pasado?
Cuando vas caminando en el campo y una piedra se mete en tu zapato, inmediatamente percibes la molestia, puedes continuar ignorándola pero de entrada tu caminata ya no es igual y en algún momento tendrás que pararte y sacarla.
Lo que Jesús vino a hacer es una especie de piedra en el zapato. Vino a anunciar un nuevo reino, una salvación, un perdón y una nueva forma de vivir. Aquellos que escuchan este mensaje son a los que les entró la piedra en el zapato. Muchos seguirán con la piedra y les molestará en su camino pero NO harán nada al respecto. Por el contrario habrán otros que se detengan y ENTIENDAN que NO pueden seguir caminando así y harán una pausa a su camino y decidirán arreglar el problema sacando esa piedra, en el contexto bíblico: aceptando el evangelio de Jesús.
Hoy aprendí que todos nosotros hemos creado “reinos” en nuestras vidas. Tus costumbres, ideas, gustos, intereses y demás se han ido instalando en tu ser y ocupan un lugar de tu vida que crean tu personalidad y muchas veces son lo que da sentido a tu existir. Todo esto conforma un “reino”.
En el contexto del versículo, Herodes tenía un reino físico, que se vio amenazado con la llegada de Jesús. ¡Imagina que llegaron a preguntarle por el rey que ha nacido! ¿Cómo no habría de alterarse? Pero lo que más le alteró es el hecho de pensar que las cosas se moverían de su lugar y probablemente dejaría de ser rey.
Cuando escuchas a Cristo es similar. Es la confrontación de un “reino” contra otro. El “reino” de Cristo contra tú “reino”. Tu forma de llevar una vida, tus parámetros, tu idea de lo bueno y lo malo, todo aquello que tú piensas versus lo que Jesús dice. ¡Es un GRAN choque! No es fácil de digerir ni de entender. Muchas veces reaccionamos con disgusto a la palabra de Dios porque ¡SACUDE nuestro interior y remueve nuestras conciencias! Cristo turba nuestros corazones como turbó al de Herodes porque viene a anunciarnos su reino.
Su reino debe sustituir tú reino. No puede coexistir con el tuyo. Uno no apoya al otro. Son mutuamente excluyentes. Hoy te invito a que dejes de caminar y hagas una pausa por un momento en tu vida. Estoy convencido que traes una piedra en el zapato a la cual no has querido prestarle atención. No dejes que pase más tiempo. No es necesario seguir caminando así. ¿No te encantaría caminar (vivir) sin molestias? El corazón de Herodes se turbó y su reacción fue mandar matar a todos los niños menores a dos años. Para qué arriesgarte a tomar malas decisiones, ¿por qué no mejor escuchas lo que Cristo tiene para ti?

Oración
Señor: perdona mis pecados. Hoy me has hablado con gran fuerza y la manifestación de Tu reino es imposible ignorarla. Quiero hacerme a un lado para que Tú vivas en mi vida y Tu reino sea por encima del mío. Que aprenda a vivir conforme a tu voluntad y llevar una vida agradable a Ti. Te doy gracias por preocuparte por mi y mostrarme lo que tienes para mí. Te pido que escuches mi oración en el nombre de Jesús
Amén