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25 nov 2008

Mateo 6:34

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.





¡Este versículo lo necesitaba escuchar urgentemente!
Es increíble cómo los planes y las cosas futuras pueden acabar con la tranquilidad y la posibilidad de disfrutar un presente en tan solo un instante. No es fácil pensar mucho a futuro. Muchas cosas pueden salir mal. Me considero una persona positiva pero también veo las posibilidades de que algo salga mal.
Recientemente me puse a pensar en el futuro y las diferentes posibilidades que mi vida tiene: Está el escenario óptimo, el real y el pesimista. Obviamente el que más me gusta es el óptimo o el realista con lo más posible del óptimo, pero por unos momentos comencé a pensar en la posibilidad de que el escenario pesimista tomara forma en mi vida. No me gustó lo que veía e imaginaba. Me sentí incomodo y preferí pensar de manera positiva, pero sin resultado favorable, la idea de que el escenario pesimista tuviera posibilidad de existir se volvió a apoderar de mis pensamientos…
¿Te ha pasado algo similar?
Al final pensé en algunas soluciones para no estarme agobiando y pensando en cosas que todavía ni siquiera pasan. La primera opción fue entender que Dios sabe lo que necesito y Él acomodará todo viendo siempre por lo que es mejor para mí. Dentro de esta premisa, volvió a surgir el escenario pesimista (¡ya sé! ¡Qué terco soy!) y pensé que si el plan OPTIMISTA para Dios de mi vida es el que para mí sería el PESIMISTA ¿qué haría? ¿Cómo aceptarlo? Es difícil aceptar este tipo de situaciones.
La otra opción que pensé es recordar promesas de la Biblia en las que habla del cuidado que Dios tiene de nosotros y cómo prosperará nuestro camino. Aquí nuevamente entra el escenario pesimista si pongo por encima la voluntad de Dios sobre la mía. ¡Qué dilema!
Al final del día, las opciones siempre llegan al mismo punto: Dios decide. Tenía dos posibles elecciones: seguirme preocupando o entender que si aceptaba lo que Dios tiene para mí podría vivir contento y disfrutar lo que fuera que viniera a mi vida. ¡Sí que puede traer afanes pensar en el mañana! Cada día tiene sus problemas a tratar y circunstancias por atravesar, si el Creador de las cosas nos dice que debemos enfocarnos en el día a día me imagino que nos quiere decir que NO podemos planear más allá de ¡UN solo día!
Hoy entiendo algo que me hace tener paz: el Dios todopoderoso me ama. Jamás podría permitir algo en mi vida que no traiga bendición, además, su concepto de optimista está MUY por encima del mío. En lugar de pensar que mis planes son los escenarios optimistas entiendo que el plan de Dios SIEMPRE es el optimista y lo mejor de todo es que ESE es el que se llevará a cabo. Ahora me queda solamente aprender a vivirlo y a disfrutarlo CADA día y olvidarme del afán del mañana.

Oración
Padre: ¡gracias! Tu palabra me llena de paz y tu amor me permite estar confiado sin importar lo que pueda suceder. Te pido que pueda grabar este versículo en mi corazón y recordar siempre que no debo afanarme por el mañana sino aprender a aceptar tu voluntad y vivir conforme a ella disfrutando cada día lo que me permitas vivir. Te lo pido en el nombre de mi Señor Jesús.
Amén

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