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25 mar 2010

Colosenses 2:13-14

Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz.


¿Quién está muerto en sus pecados? Aquellos que no han aceptado a Cristo y pedido por que su sacrificio los limpie de sus pecados. Si tú ya te has arrepentido y pedido perdón, Dios te ha dado nueva vida y tu deuda ha quedado clavada en la cruz.
Lo que más me impacta de este hecho es que ninguno de los que hemos aceptado a Cristo hemos hecho algo para merecerlo. Nuestros pecados ofendieron y entristecieron a Dios. Nuestras faltas nunca fueron agradables a Él. Nuestro orgullo y rebeldía en su contra probablemente le preocupaban como Padre. Pero su amor y misericordia fueron mayores para permitir que nuestra relación con Él pudiera ser restaurada. ¡Cómo puede existir este amor incondicional! Me pierdo al intentar comprenderlo. Me sorprendo al saber que es para mí y me preocupo al no aplicarlo con las personas que me rodean. La gran salvación que Dios Padre nos da a través de Jesús llega a través del perdón. El castigo definitivamente fue la muerte a través de la crucifixión, pero ésta nunca hubiera llegado si la misericordia y gracia no se hubieran impuesto. ¿Lo puedes ver? Todo está basado en el perdón. Pero ese perdón es inmerecido. Tú y yo no pudimos haber hecho nada para que Dios nos amara más o menos. Simplemente nos amó en gran manera y puso el perdón disponible para nosotros. Ahora nos corresponde disfrutar ese perdón, de la nueva vida que tenemos en unión con Cristo y agradecer que nuestra deuda haya sido clavada en la cruz.
Como seguidores de Jesús es necesario imitar sus pasos. Por esta razón el perdón debe ser algo de todos los días en tu vida. Debe surgir de manera natural y en abundancia. El perdón debe ser incondicional.
Es probable que te hayan lastimado varias veces y por ello ya no quieras perdonar. Hoy quiero decirte que el perdón incondicional es parte elemental si quieres seguir a Jesús. No tienen que venir a pedirte perdón o si quiera merecer lo. Tampoco tienen que reconocer que ha sido su falta y no la tuya. Simplemente debes perdonar. Esto es lo que Dios hizo por ti y lo que tú debes hacer por los demás. ¿Cómo se perdona cuando hay tanto odio y coraje? En esta nueva vida espiritual que has empezado como seguidor de Cristo, debes saber que todos tus sentimientos se entregan a Dios. Debes orar a Jehová y entregar tu falta de perdón y pedir que la llene Él. Suena ilógico si nunca lo has hecho. Es increíble cuando lo vives por primera vez y nunca quieres dejar de hacerlo.

Oración
Dios Padre: gracias por mostrarme ese amor y perdón que están disponibles para que pueda reconciliarme contigo. Permite que así sea. Que Cristo sea mi señor y salvador y que pueda dejar de vivir muerto por causa de mis pecados. Te pido que el perdón pueda fluir en mi vida y ser testimonio de Ti a través de él. Gracias por tu Palabra. Gracias en el nombre de Jesús
Amén

1 comentario:

Anónimo dijo...

Colosenses 2: 13-14