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13 ene 2014

Mateo 7:22-23

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.



El año pasado, el pastor y autor John McArtur, realizó un congreso en California en el cual invitó a varios pastores y académicos amantes de la palabra de Dios para explicar sobre el fenómeno del movimiento carismático en el mundo.  En su página de internet gty.org puedes escuchar cada sermón.  Personalmente, escuchar a personas sumamente conocedoras de la palabra defender su fe y exponer a los que se aprovechan del nombre de Cristo ha tenido un impacto fuerte en mi vida.  Son varias conferencias y he escuchado como 7 u 8.  Cada una me ha ido abriendo el entendimiento.  Además, al cierre del año pasado escribí sobre 1ª de Juan, donde vemos que constantemente se nos pide estar alerta y no caer con aquellos que no son de Dios. 
Antes de regresar al formato de siempre donde estudiamos una carta o libro, quiero llevarte esta meditación.  Hay mucha gente allá afuera utilizando el nombre de Cristo y no por ello quiere decir que son de Él.  Leíste bien y te lo repito: hay mucha gente que invoca el nombre de Jesús pero esto no significa que le conozcan o tengan comunión con Él.  No caigas en la tonta idea de pensar que porque mucha gente  lo hace “debe” estar bien.  No es así.  Mucha gente fuma y eso no quiere decir que sea bueno ¿cierto?  Pues así de sencillo es con el nombre de Jesús.  Hay solamente un evangelio.  No muchos.  Uno.  La biblia es la palabra de Dios y solamente a través de ella podemos tener conocimiento de nuestro Señor.  Suena sencillo ¿cierto?  Pues tristemente hoy en día tenemos a miles de personas siguiendo religiones que no están alineadas con Cristo sin embargo su nombre es invocado en todo momento.  “¿Quiere decir que estas personas no irán al cielo?”  Correcto.  “¿Quién eres tú para decir quién va al cielo?”  Pensarás.  No soy nadie.  Solamente anuncio lo que dice el Señor en su palabra.  Cristo es el único camino para ir al cielo.  No tus obras.  No tus confesiones con alguna otra persona.  No el tomar un pan que se convierte en “el cuerpo de Cristo”.  ¿Puedes entenderlo?  El hecho de que alguien invoque a Dios no quiere decir que sea de Dios.
El versículo nos alerta sobre una realidad alarmante de hoy en día.  Por esta razón quiero animarte a estar al pendiente.  Estudia la biblia.  Cuestiona lo que escuchas.  Observa si el comportamiento de tus líderes está en línea con lo que la biblia dice.  ¿Se predica a Cristo o simplemente se habla del evangelio de bienestar y fortuna?  Pon mucha atención.  Esta gente utiliza parte de la biblia dentro de sus discursos, pero después la manipulan a su antojo.  Pide a Dios por entendimiento y sabiduría para que puedas discernir si estás en el lugar correcto.  Ten cuidado y no dejes de estudiar la palabra.

Oración

Padre: gracias por tu cuidado y consejo.  Hoy entiendo que debo estar alerta pues hay gente utilizando tu nombre pero en realidad no tienen comunión contigo.  Yo te pido me des sabiduría para discernir a aquellos que no provienen de Ti de los que sí.  Padre, te entrego mi vida y te pido le des dirección.  En Cristo Jesús.  Amén

2 comentarios:

Vilma dijo...

Excelente predica, Dios le bendiga

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias y no dudes en compartirla