Ten compasión de mí, Señor;
mira cómo me afligen los que me odian. 
Sácame de las puertas de la muerte.
La biblia nos dice que
oremos sin parar.  Que pidamos y nos será
dado.  Que Dios quiere bendecirnos.  Que es nuestro refugio.  Sin embargo, tantos privilegios nos hacen
olvidar quién es quién y comenzamos a exigir en lugar de pedir.  Ten
compasión de mí, pide el salmista. 
El mismo ejemplo de Jesús en el Padre Nuestro comienza diciendo: Tú
estás en el cielo y eres Santo.  Mientras
tanto, nosotros estamos en la tierra y somos pecadores.  Debemos tener cuidado de no querer “abusar”
de Dios.  Él nos da la mano y queremos
tomar el pie.  Tristemente es común que
la gente ore exigiendo por esto o aquello y se justifica diciendo que tiene
mucha fe.  “Señor tengo fe en Ti, haz tal
o cual cosa”.  Por eso tenemos el ejemplo
de cómo orar: que se haga Tu voluntad en el cielo y en la tierra (Mateo
6:10).  No podemos ignorar el lineamiento
que dejó Jesús para orar y crear el nuestro. 
Cada vez que acudimos a Dios en oración, tenemos que entender que lo más
importante es que se haga su voluntad por encima de la nuestra.  De lo contrario, ¿para qué oramos?  ¿para qué acudir a Dios si queremos que las
cosas sean conforme a nuestra voluntad? 
¿Lo puedes entender?  
Estos últimos días he
estado enfermo.  He estado pidiendo por
mi salud y reconociendo que Dios es quien nos la otorga.  Sin embargo, el día de hoy me sentí
desesperado.  Estoy harto de estar
enfermo y sentirme mal.  Pero al leer
este pasaje, me doy cuenta de cómo debe ser mi oración y lo mal que la estaba
haciendo.  Ten compasión de mí, Señor.  Así tenía que empezar y no lo estaba
haciendo.
No sé qué estás atravesando
en este momento.  Tal vez tienes
enfermedad, angustia, rencores, impotencia, soledad, miedos o cualquier otra
situación.  Hoy quiero recordarte que tu
oración no debe ser exigencia tras exigencia sino un acercamiento lleno de
humildad y reconocimiento de quién es quién. 
Dios nos ama y quiere tener comunión con nosotros pero eso no significa
que debamos perder toda deferencia ante Él.
Oración
Señor: ten compasión de
mí.  Tú conoces mi vida.  Conoces lo que hay en mi corazón y lo que
quita la paz y el sueño.  Te pido me
llenes de tu amor y pueda vivir confiado en Ti. 
Te pido pueda transformar mi forma de vivir y piense primero en darte
gloria y luego en mis necesidades.  Te pido
que no me olvide que Tú eres Dios y mereces todo el respeto y reverencia.  Oro en el nombre de Jesús.  Amén  
No hay comentarios:
Publicar un comentario