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18 may 2015

Salmos 9:15

Han caído los paganos en la fosa que han cavado; sus pies quedaron atrapados en la red que ellos mismos escondieron.



Muchas veces leemos pasajes como éste y pensamos en alguien más o en aquellos que no conocen de Dios.  Le atribuimos esas fallas a otros y pensamos que nosotros estamos bien.  Lo leemos y listo.  Al siguiente pasaje porque esto no aplica a mi vida.  Falso.  Este pasaje es de gran aplicación a tu vida y de mucho aprendizaje. 
La biblia nos está enseñando que los paganos, aquellos que no tienen a Cristo, cavan sus propias fosas y quedan atrapados en la red que ellos mismos escondieron.  ¿Qué tiene que ver con mi vida?  Como dije antes: muchísimo.  Quiere decir, que cada vez que buscamos hacer nuestra voluntad, por encima de la de Jehová, estamos cavando nuestra propia fosa y estamos cayendo en la red que nosotros mismos escondimos.  ¿Lo entiendes?  Guiarte por tus “instintos” y como dice el mundo en general por “lo que diga tu corazón” te lleva a la muerte por estar alejado de la salvación de Cristo y además, terminas envolviéndote en problemas que tú mismo has causado.  ¿Cuántas veces lo has experimentado en tu vida?  Tristemente, yo muchas.  Cada vez que decido no hacer caso a lo que Dios me pide, veo cómo me consumo yo mismo, cómo lastimo a otras personas y cómo me enredo en mis propios actos.  Nada funciona cuando nos apartamos de Dios.  Puede ser que tengamos un alivio temporal.  Puede ser que disfrutemos alguna satisfacción breve.  Sin embargo, debemos ser sabios y hacer caso de lo que nos enseña la biblia: fuera de Dios, uno cava su propia fosa y cae en sus propias redes.
La vida espiritual es entre Dios y tú.  Las consecuencias son entre tú y todos los que te rodean.  Cristo te ama y quiere bendecirte.  Quiere enseñarte un mejor camino.  Una mejor manera de vivir y gozar cada instante.  Cada día debes aprender a tomar decisiones que estén en línea con la voluntad de Dios.  Con enojos, con injusticias, con frustraciones, con enfermedad, con inseguridad, con soledad, con cualquier circunstancia, antes de actuar, medita en lo que Dios quiere que hagas y ora para que en tu corazón se encuentre el mismo deseo que Dios tiene.

Oración

Padre: te pido que en mi corazón estén tus deseos y en mi mente tus pensamientos.  Cada vez que me aparto de Ti tomo malas decisiones.  Cada vez que hago mi voluntad, caigo en mis propias redes.  No quiero seguir cometiendo tantos errores y hoy aprendí que es mi propia culpa.  Perdóname Padre y guíame en tu camino que tiene luz y brilla pues el mío es oscuro y sin salida.  Te lo pido en el nombre de Cristo mi Señor.  Amén

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Gracias, qué buen mensaje!

Un tiempo con Dios dijo...

Hola Valerie. ¡Qué gusto que estés leyendo el blog constantemente! Que Dios te bendiga y por favor compártelo.