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8 ago 2016

Salmos 28:8-9 Jehová es la fortaleza de su pueblo y el refugio salvador de su ungido. Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréales y susténtales para siempre.

Ahora que se acercan elecciones en los Estados Unidos y leo el pasaje de hoy, me doy cuenta de lo alejados que estamos de Dios como sociedad y la gran necesidad que existe de Dios en todo el mundo.  Pensamos que no necesitamos de Él y nos sentimos “inteligentes” al separar a la iglesia del estado.  Pensamos que Dios no debe tomar parte en las decisiones de un país, de un pueblo, mientras que Dios siempre ha buscado acercarse a cada uno de nosotros y prosperarnos en lo individual y en lo colectivo.  ¿Quién quieres que sea tu fortaleza en lo personal?  ¿Quién quieres que sea la fortaleza de tu pueblo?  Dios nos ha mostrado que ningún ejército puede contra Él.  También nos enseña que ni el dinero ni el poder sirven de refugio.  Solamente Él puede servir como una verdadera fuente de bendición y fortaleza.  Solamente Él puede ser refugio para salvar a un pueblo.  Solamente Él puede guiarnos por pastos verdes y darnos el sustento que necesitamos.  Actualmente estoy leyendo el libro de Deuteronomio.  Es increíble lo claro que Dios nos habla: obedéceme, sigue mis pasos y no te separes ni un milímetro de mis mandamientos.  Si lo haces, te bendeciré y nada podrá venir en tu contra.  Por el contrario, si decides negar a tu Dios, no podrás contar todo lo que vendrá contra ti.  ¿Acaso es un Dios malo?  Imposible.  Jehová es la esencia misma del amor.  Además, es perfecto y todo lo sabe, por lo tanto, yo le llamaría un Dios justo.  Tristemente, muchos hombres han abusado del nombre de Dios para beneficio propio y nos han hecho pensar que es mejor separar a Dios del Estado (gobierno).  Tristemente también en lo individual hacemos lo mismo.  Pensamos que Dios no debe entrar en nuestro trabajo, en nuestra relación de pareja o en algún otra área de nuestra vida.  Piénsalo.  La cultura nos promueve este principio fuertemente.  Cuestiona tus actos y decisiones.  ¿Estoy tomando en cuenta a Dios?  ¿Estoy actuando conforme a su voluntad en todo lo que hago?  ¿Soy de los que piensa que se debe separa a Dios dependiendo de las circunstancias?
El pasaje de hoy es hermoso y sumamente profundo.  Dios quiere ser el centro de todo lo que hagamos y no quiere compartir ese lugar con nada ni nadie.  Él quiere ser nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestra fuente de bendiciones, nuestro proveedor, nuestro consolador, nuestra esperanza y nuestro todo.  Lee el pasaje nuevamente.  Nos bendice y guía en lo personal pero también quiere mostrarse en lo colectivo.  No caigamos en la mentira de esta cultura y pensemos que debemos separar a Dios de algunas áreas de nuestra vida.  Lo necesitamos como Rey en todo.

Oración

Padre: perdóname.  Te he apartado de muchas áreas de mi vida pensando que no tienes lugar en ellas.  Hoy entiendo que debo dejarte reinar en todo y no apartar ni ocultar nada de Ti.  Hoy quiero entregarte mis pensamientos y deseos para que siempre vayan de acuerdo a tu voluntad.  Perdona mis pecados y no permitas que me aparte de Ti.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén. 

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