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26 mar 2008

1 Juan 5:3


Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.



Recuerda por un momento cuando eras niño. Al parecer TODOS te decían qué estaba bien y qué estaba mal. Te corregían tus padres, tus maestros, tus vecinos, toda persona mayor siempre podía comentar sobre tus acciones. Conforme creciste te fuiste creando tus propios conceptos de lo bueno y lo malo y escuchaste a aquellos que querías escuchar y por el contrario desechaste todo consejo que no te parecía necesario.
No es fácil escuchar que hay cosas en tu vida que están mal. Teóricamente YA pasaste esa etapa. Ahora te gusta tomar tus propias decisiones y si te equivocas tú llevas la responsabilidad. ¿Te suena familiar?
Confieso que cada vez que leo la Biblia o escucho sobre ella, Dios me muestra nuevas cosas que debo cambiar. ¿Me molesta? Al principio SI. Conforme entiendo que Dios lo pide y que es por que me ama, se vuelve no solo un mandamiento sino un principio y una NECESIDAD.
Dios quiere que guardes sus mandamientos. Pero los debes de guardar en un lugar disponible para cualquier situación. No deben estar en un baúl arrumbados y que ni te acuerdes que existen. A eso se refiere con guardarlos, que se puedan APLICAR rápidamente en tu día a día.
Esos mandamientos, escribe Juan, NO son GRAVOSOS.
¿Te cuesta trabajo obedecer a Dios? ¿Crees que exige mucho o que es muy exagerado el obedecer en TODO? Te voy a contar lo que yo pensaba hace tiempo. Creía que podía decidir qué cosas obedecer y qué NO. Además creía que los que seguían a Dios al pie de la letra eran “fanáticos y exagerados”.
Hoy, mi vida es diferente gracias a que he decidido obedecer en TODO.
Los mandamientos de Dios son difíciles de llevar a cabo por que el mundo en general se mueve en dirección opuesta a lo que El pide. Pero en ningún momento son gravosos, pesados o molestos.
No sé cuál sea tu situación. Dios sí lo sabe. Hoy quiere que reflexiones en tu actitud hacia sus mandamientos. Quiere que vuelvas a ser como “niño” que escucha las correcciones de sus padres y de toda persona mayor a él porque sabe que están viendo por su bien. Dios está viendo por tu bien. Deja que corrija tus pasos. Permite que enderece tu camino y lo haga más claro y con menos espinas. Si en verdad AMAS a Dios, GUARDA sus mandamientos y VIVELOS con GOZO.

Oración
Dios: quiero pedirte perdón porque no he querido escuchar muchas veces tus mandamientos. Perdona que he sido rebelde y he decidido hacer lo que considero bueno pero olvido lo que tú me has mostrado que es necesario cambiar. Quiero comprometerme contigo a obedecerte al cien por ciento. Quiero en verdad amarte como me lo pides y seguirte como es agradable a ti: sin restricciones. Pon en mí las ganas de obedecer y el gozo para que tus mandamientos NO sean gravosos en mi vida. Te lo pido en el nombre de Cristo
Amén

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