Vistas de página en total

29 abr 2009

Mateo 26:74-75

Entonces Pedro comenzó a maldecir y a jurar: no conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.


La negación de Pedro es un pasaje muy conocido. Todos sabemos que cuando Jesús anuncia su muerte, Pedro es el primero que salta y dice que iría con él a donde fuera necesario y Jesús responde que lo negará, no una ni dos, sino ¡TRES veces! Me recuerda a las palabras de Pablo a los corintios advirtiendo a aquellos que se sintieran muy firmes y fuertes en el Señor que tuvieran cuidado de no caer (1ª Corintios 10:12). En la vida de Pedro, encontramos reacciones similares por todos lados, por momentos era la persona más entregada y luego dudaba de todo. Él fue el primero en decir a Jesús que era el Cristo y como sabemos también el único en negarlo. Pero esto nos da ejemplo para nuestra vida espiritual en la que es normal tener muchos altibajos. No te sientas mal de estar atravesando un momento “bajo”, el pasar pruebas es parte de nuestro crecimiento espiritual.
Por otro lado, a Pedro no le bastó negar a Jesús sino que además comenzó a maldecir y a jurar… ¿te puedes dar cuenta que cuando tomas tus propias decisiones, cuando no consultas a Dios, cuando permites que tu orgullo e “instinto” guíen tu camino, lo único que sucede es que todo EMPEORA? Pedro se encontraba en un momento crítico. Estaban por asesinar a su maestro. ¿Qué le hubiera pasado si en lugar de negar a Jesús lo aceptaba? Probablemente hubiera sido juzgado o lapidado. Es muy fácil criticar a Pedro estando en nuestra casa o escuchando su historia, pero si nos ponemos en sus zapatos, probablemente lo hubiéramos negado también. Sin importar que las circunstancias sean buenas o malas en nuestra opinión, siempre será mejor acudir a Dios primero para tomar cualquier decisión. Pienso en un ejemplo muy sencillo: cada vez que me enojo y dejo que mi orgullo sea quien dirija mis actos, las reconciliaciones tardan el triple de tiempo que cuando me pongo a orar y pido que el Señor me quite mis corajes. A veces acertamos, a veces no. ¡Pero no dejemos de aprender y esforzarnos para acertar lo más que podamos!
Por último, es importante notar que finalmente Pedro entendió que estaba haciendo mal las cosas y no tuvo más que doblar su rodilla y llorar. A diferencia de Pedro, Judas, al reconocer su error, fue y se ahorcó.
Pedro maldijo y juró por negar a Jesús. ¿Qué has hecho tú? ¿Qué has permitido que pase en tu vida por negarlo? ¿Te has dado cuenta de las consecuencias?

Oración
Padre: perdona mis pecados. Perdona si te he negado y no me he dado cuenta. Ahora entiendo que al querer hacer mi voluntad es negarte a Ti. Guíame para no caer en mi orgullo sino que pueda estar sensible siempre a tu voluntad. Te doy gracias por permitirme aprender de tu Palabra y oro en el nombre de Jesús
Amén

No hay comentarios: