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9 jul 2009

Santiago 1:9­-11

El hermano de condición humilde debe sentirse orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su humilde condición. El rico pasará como la flor del campo. El sol, cuando sale, seca la planta con su calor abrasador. A ésta se le cae la flor y pierde su belleza. Así se marchitará también el rico en todas sus empresas.



No sé si te has percatado pero a mi parecer, el mundo en general trata de enviarnos dos principios a través de las “modas” y lo que aparece en televisión o en aquello que está en contra de la televisión: el primero es el buscar las riquezas, mientras el segundo es odiar o rechazarlas. Si pones atención a lo que la Biblia dice con referencia al dinero, te podrás dar cuenta que en ningún momento es extremista en cuanto a la aceptación o al rechazo. En lo que sí hace mucho énfasis es en la probabilidad de que confíes más en las riquezas que en Dios; en que pierdas tu humildad y tu corazón se enorgullezca pensando que tú mereces todo; en general, que pierdas “piso” y te apartes de Dios. Por el otro lado, al pobre siempre se le da énfasis de que tiene mucho y que es más fácil que tenga una buena relación con Dios. Quizás porque no hay riqueza alrededor que lo distraiga de su comunión con Jehová. Con hermanos que conocí en el reclusorio, pude percibir que al no tener absolutamente nada más a qué aferrarse, Cristo se convirtió en su única razón y motivo para vivir.
Me parece que debes tener cuidado con aquello que sale en la publicidad y con lo que la gente busca en general. Es importante entender el versículo de hoy y darse cuenta que ya sea en la pobreza o en la riqueza, la comunión con Dios no debe ser alterada.
Hace algún tiempo que terminó el invierno. Pude ver cómo los árboles que estaban sin hojas comenzaron a tener unos pequeños brotes verdes. El paisaje color gris o café oscuro comenzó a presentar tintes de colores brillantes. Ahora los árboles lucen espectaculares. Con grandes hojas multicolores. Cuando pasen los meses y comience el invierno, toda esta belleza habrá terminado. Los árboles se quedarán completamente desnudos y su momento mágico quedará en el olvido. ¿Puedes ver que sucede lo mismo con la vida? Absolutamente todo lo que hagas en esta vida va a terminar y morirás desnudo, sin poderte llevar absolutamente nada de lo que hay en esta tierra excepto tu gozo de haber entregado tu vida al Señor. Que las apariencias y las circunstancias no te distraigan de tu principal propósito: dar gloria a Dios. Pobre o rico, rico o pobre, no importa la condición sino la madurez para ver más allá de la situación económica y comprender que solo tienes una vida, una oportunidad para aceptar a Cristo y trabajar para Él. Te invito a que no la desaproveches.

Oración
Dios: el mundo me dice que la riqueza es la felicidad y en cambio Tú me muestras que es un estorbo en mi relación contigo y además que es algo pasajero pues al final las riquezas se terminan como la flor que marchita. Ayúdame a madurar este principio y poder poner mis prioridades en Ti en lugar de lo que veo o escucho. Perdona mis pecados y guíame siempre por tu camino. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

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