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18 jul 2011

Hechos 12:12-14

Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.



Pensemos por un momento en lo que nosotros haríamos en el caso de Pedro. Nos encarcelan injustamente. De manera milagrosa somos rescatados. ¿Después? ¿Salimos corriendo de la ciudad y nos ocultamos? ¿Regresamos a lo que estábamos haciendo antes? Es muy importante que aprendamos de nuestras pruebas. Si atravesar momentos difíciles te ha hecho acercarte más a Dios, orar más, atender a más estudios bíblicos, ¡no vuelvas a tu estado anterior! Si la calma ha llegado a tu vida, si puedes respirar con tranquilidad y tu angustia no existe más, no permitas que esa mala costumbre de antes vuelva a dominar sobre ti. Sigue buscando al Señor. Sigue madurando y permaneciendo fiel. No esperes a que venga otro momento difícil para “ahora sí” comprometerte. Lo primero que hizo Pedro al salir de la cárcel fue seguir en obediencia a Dios y se dirigió con los hermanos en la fe.
¿Cómo se encontraban ellos? Sentimentalmente no lo sabemos. Imagino que algunos estaban tristes y preocupados por lo que vendría o tal vez estaban con la paz y el gozo que solo Dios da, pero lo que sí sabemos es que estaban orando. No estaban discutiendo un plan para sacar a Pedro de su injusticia. No estaban señalando los errores por los cuales él había sido aprehendido. Estaban orando sin cesar. ¡En nuestro instinto está hacer lo contrario! Enfermamos y lo primero que hacemos es buscar una medicina. Nos topamos con un problema y sin dudarlo comenzamos a buscar la solución. Perdemos un trabajo y la búsqueda del siguiente comienza inmediatamente. ¿Quién te dijo que eso es lo que debes hacer? Nuestro Dios nos dijo claramente que lo primero en nuestra lista de tareas es buscar Su reino y servirle. ¿Puedes darte cuenta de nuestro error? Antes de tomarte tu medicina, has una oración y agradece a Dios por la salud que tenías y que nunca valoraste. ¿Te corrieron? Pide al Señor fe para confiar en que Él cumplirá sus promesas y a ti no te faltará nada. Los hermanos se dedicaron a orar por Pedro y seguramente por lo que vendría. Ellos probablemente estaban preocupados. Es probable que ellos podrían ser aprehendidos también así que imagina si no tenían de qué preocuparse.
Cuando Rode escucha la voz de Pedro, en un instante se llena de felicidad y sale corriendo a dar la noticia. ¿Necesitaron de un plan para sacar a Pedro de la cárcel? ¡No! Tú tampoco lo necesitas para salir de tus “cárceles”. Pon tu vida en oración. Entrégate a Cristo. Entrega el trono de tu vida, tu soberbia, tu arrogancia, tus dudas y cuestionamientos y permite que El trabaje en tu vida y te muestre su amor incondicional.

Oración
Señor: te pido perdones mis pecados y que pueda reconciliarme contigo. Quiero vivir en oración pidiendo por servirte y no porque arregles mis problemas. Guíame en este camino mi Dios. En Cristo Jesús. Amén

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