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3 feb 2014

3 Juan 1:12

En cuanto a Demetrio, todos dan buen testimonio de él, incluso la verdad misma.  También nosotros lo recomendamos, y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero.




Es difícil hablar del cielo y del infierno.  Mucha gente no quiere pensar en la posibilidad de ir al infierno.  Sin embargo, es necesario anunciar el evangelio completo.  Una de las preguntas más comunes al hablar de este tema es: y qué me dices de Ghandi o la madre Teresa de Calcuta o cualquier personalidad que haya tenido buenas acciones y hayan hecho el “bien” en su vida.  “¿Ellos también se van al infierno si no aceptaron a Cristo?”  Con el versículo de hoy, puedo ver al Señor explicando este tipo de respuestas.  ¿Cómo?  Con las palabras de Juan al decir: Demetrio tiene buen testimonio, además, sabes que nuestro testimonio es verdadero y nosotros lo recomendamos.  Claramente hace una diferencia entre tener un buen testimonio y tener el testimonio verdadero.  Sí.  Hay personas que tienen una vida ejemplar.  Hay personas que, a nuestro parecer, deberían ir al cielo.  Sin embargo, nosotros no somos los jueces.  A nosotros nadie nos va a preguntar qué pensamos sobre esta persona o aquella.  A nosotros nos toca abrazar la gracia y misericordia que Dios nos ha dado para poder ser salvos y al morir ir a su presencia.  ¿Qué podemos aprender de esto?  Que las buenas obras no son el camino al cielo.  Que portarse bien no es el camino para reconciliarse con Dios.  Que hacer el bien no nos da comunión con el Señor.  El diablo nos quiere hacer pensar que sí se puede.  Sin embargo, la biblia es muy clara en lo contrario.  Es importante que entiendas este principio.  Es importante que lo tengas claro.  Te puedo asegurar que en algún momento tendrás una plática o discusión con alguien que te hará la misma pregunta: ¿y tal o cual no se van a ir al cielo?  Tu respuesta debe ser sólida.  La biblia nos dice que solamente aquellos que reciben a Cristo como su Señor y Salvador pueden ser perdonados de sus pecados y por consecuencia ir al cielo.  Puede resultarte un poco complicado entender que alguien que hace el bien no vaya al cielo.  Es normal.  Nos han acostumbrado a ser analizados y evaluados según nuestras obras.  Por el contrario, Dios nos evalúa según nuestro corazón.  ¿Por qué crees que Jesús asegura al delincuente que está crucificado a su lado que estará en su presencia?  Porque Dios ve los corazones.  Ese delincuente no tuvo oportunidad alguna de hacer una buena obra.  Lo que hizo fue entregar su corazón y reconocer que era pecador.  Al instante Jesús lo perdona.  Por otro lado, vemos a otro delincuente que está también siendo crucificado y su corazón permaneció endurecido.  Ser cristiano no significa portarse bien.  La gente a veces lo percibe así: ya no hace esto o aquello porque ahora es cristiano.  Ese cambio es simplemente la evidencia de lo que ocurre en tu interior.  Te lo repito.  El cambio viene desde tu interior y la transformación de tus acciones es un reflejo de ello.  No funciona al revés.  Primero se transforma el espíritu.  Después el cuerpo.

Oración

Padre: gracias por tu palabra y por enseñarme tu voluntad a través de ella.  Ahora entiendo que el tener una buena reputación o hacer buenas obras no me lleva a ningún lado cerca de Ti.  Ahora entiendo que buscas corazones arrepentidos.  Aquí está el mío.  Tómalo.  Te pido que mi vida sea transformada desde dentro.  Te pido que mi vida pueda dar testimonio de que vives en mí.  Gracias por tu amor y misericordia.  Gracias en el nombre de Jesucristo.  Amén.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

excelentemente explicado. Dios te bendiga hermano sigue asi! ❤️

Un Tiempo con Dios dijo...

Muchas gracias por tu comentario.
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