Vistas de página en total

14 ago 2009

Santiago 2:18-19

Pero alguno dirá: tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan.


Con este versículo siento que estoy leyendo los diálogos de Platón donde, a través de posibles preguntas futuras, el mismo autor contesta y confirma lo que acaba de exponer. Tú tienes fe y yo tengo obras. ¡Qué son las obras sino la consecuencia de tu fe! ¿Sabes qué es lo que está exponiendo Santiago con esto? A todos aquellos que les gusta que su exterior hable por ellos mientras en su interior no hay absolutamente nada que ofrecer. Este versículo va en contra de las personas que les encanta andar anunciando a diestra y siniestra lo que han hecho, hacen y están por hacer. “yo ayudé a muchos enfermos, estuve a lado de mi familiar en todo momento aunque no podía ni dormir; apoyé siempre a mi esposo aunque no teníamos qué comer; siempre invito a todos a mi casa sin importar que tenga que servirles y después limpiar todo; no me gusta criticar pero tengo que decirles algo; nunca me enojo pero ese día no había de otra”. ¿Por qué pongo estas frases y qué tienen de malo, no están siendo “buenas personas”? Bien. En primer lugar no están siendo “buenas” sino están buscando el reconocimiento y justificación de sus obras. Segundo, si pones atención, siempre que hablan de la increíble labor que están haciendo, un pequeño, sutil y a veces imperceptible quejido sale en todas las oportunidades que tienen. Puse ejemplos probablemente muy pueriles o torpes, pero me gustaría que pensaras en tu manera de expresar lo que haces y analizaras a los que te rodean para notar si caen en esta categoría y orar por ellos. Cuando se utilizan palabras como “a pesar de, con todo y, tengo que, tuve que, aunque, etc.” son las señales de que las personas quieren vivir haciendo sus propios “sacrificios” u obras. Si te identificas en esto, pon atención: Dios no trabaja así.
La fe se demuestra con obras que salen naturalmente, con amor, con gozo y con agradecimiento a Dios al haber entendido lo que ha hecho por ti y por mí.
Por otro lado, concluye diciendo, “tú crees que Dios es uno”. No es una frase separada del versículo anterior. Recuerda, está utilizando preguntas para seguir exponiendo su tema. “bien haces, los demonios también creen”. A veces pensamos que por el simple hecho de decir “creo en Dios” ya tenemos comunión con Él. Falso. Tienes que saber que el hecho de creer en Dios no te lleva a ningún lugar cerca de Él. Solamente puedes acercarte a través de Jesús (Juan 14:6), puede sonar duro, exagerado, difícil de aceptar en general, pero mi deber no es exponer lo que tú y yo pensamos sino lo que Dios dice. “Los demonios también creen y tiemblan”. ¿Lo puedes entender? Es muy dura esta verdad. Entonces, no se trata de que simplemente digas tengo fe, no se trata de que expongas tus obras como si reflejaran tu fe, no se trata de que digas que crees en Dios, nada de esto te sirve en tu comunión con Dios. El deseo del Señor es que humilles tu corazón, dejes el trono de tu vida y te pongas a sus pies para servirlo a Él. Posteriormente tus obras demostrarán las transformaciones que estará haciendo en ti. ¡No basta con creer! ¡No basta con escuchar! ¡Debes Actuar!

Oración
Padre Santo: grande, santo y perfecto eres. Perdona mis pecados y límpiame. Gracias por enseñarme cómo tener comunión contigo y por mostrarme mis errores al querer acercarme a Ti. Ahora entiendo que no solamente por decir que he hecho cosas o que creo en Ti podemos tener comunión, sino a través de Jesús. Hoy te entrego mi vida, te entrego mi corazón y mis deseos para que Tú dirijas y yo te siga. Gracias nuevamente y te pido escuches mi oración en el nombre de Cristo Jesús.
Amén

2 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente explicación, estuve buscando mucho pero la verdad, esta es la mejor explicación que he encontrado,, gracias, DIOS los bendiga

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Gracias a Dios que pudiste leer esto y te ayudó!