Vistas de página en total

9 oct 2009

Santiago 4:8-10

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. Humíllense delante del Señor, y Él los exaltará.



El versículo anterior decía que resistieras al diablo. El siguiente versículo es la continuación al decir: acércate a Dios. Entonces: Resiste al diablo y acércate a Dios van de la mano. No debes confundir el acercamiento a Dios con tu primer encuentro con Dios. Recuerda que la palabra explica que Dios nos amó primero y nos buscó antes que nosotros a Él. Aquí se refiere a personas que ya se han reconciliado con Dios y básicamente lo que está diciendo es: si quieres tener éxito resistiendo al diablo, es necesario que te acerques a Dios. Ahora, para acercarte a Él, debes reconocer tus faltas. Santiago lo explica muy bien: los que han pecado, límpiense; los que han sido inconstantes, renueven su corazón; admite tus faltas y pecados y arrepiéntete de ellos; entiende lo grave que es el pecado y la falta de obediencia, si lo haces, saldrán lagrimas de ti y habrá tristeza por entenderlo y reconocerlo. Finalmente, humíllate delante del Creador y deja que sea Él quien te exalte.
Tristemente he conocido a muchas personas que quieren quedarse con su propia idea e imagen de Dios. Han creado una “relación” o mejor dicho concepción de un dios que se adapta a sus necesidades y cumple con sus expectativas. En ocasiones, cuando no entienden lo que pasa en sus vidas, cambian al dios de ese momento y pueden “complementarlo” con la madre naturaleza, el destino o la fuerza de la atracción.
Si quieres conocer al Dios de la biblia y tener comunión con el Creador de todo lo que ves y no ves, es necesario que aceptes a Jesús como tu Salvador (Juan 3:16, 14:16). Una vez que has dado este paso, tu vida en Cristo comienza. Lo primero que debes saber es que tus problemas no se han acabado ni la vida será más fácil. La diferencia se encuentra en cómo enfrentarás lo que esté por venir: con Jesús mostrándote el camino, consolándote, sanándote y perdonándote. Dentro de este “viaje” con Cristo, tendrás momentos de debilidad, tentaciones y actitudes que deben ser transformadas. Por esta razón Santiago escribe estos versículos en los que te recuerda que es necesario no perder la comunión constante con nuestro Señor, que eres pecador y es necesario pedir perdón y ser limpiado y que la inconstancia no es agradable a Dios. Medita en estos conceptos. Comprende tu estado actual contra la Gracia, Amor, Santidad y Grandeza del Señor. Si lo logras, estarán saliendo lágrimas de ti y tu risa se convertirá en tristeza. Pero no todo termina aquí. Dios no quiere que te quedes deprimido por reconocer tus pecados, todo lo contario, cuando tú llegas a Él con tu corazón y mente humillados, serás limpiado y finalmente, Él te exalta.

Oración
Señor: no es fácil entender que al humillarme Tú me exaltarás. Te pido que trabajes en mi corazón para que mi orgullo no te estorbe y pueda obedecerte y humillarme para poder ser exaltado por Ti; te doy gracias por tu palabra y las enseñanzas que me dejas en ella. Te pido perdón por mis pecados y por mi falta de acercamiento y comunión contigo. Gracias por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús oro a Ti,
Amén

No hay comentarios: