Vistas de página en total

20 oct 2009

Santiago 5:7

Por tanto hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia. Así también ustedes, manténganse firmes y aguarden con paciencia la venida del Señor, que ya se acerca.


¿Qué hace el agricultor en tiempos de sequía? ¿Seguirá con la misma paciencia? Tal vez este agricultor puede soportar un mes de sequía, ¿pero qué tal si son tres meses sin lluvias? ¿Lo veríamos desesperado? ¡Seguro que sí! ¡Tú también lo estarías!
El agricultor no es el ejemplo a seguir en el sentido de que sea el más paciente del mundo, ni el personaje con mayor fe. Lo que Santiago quiere enseñarnos a través de este personaje es la falta de control que tenemos nosotros sobre las cosas. Así como el agricultor no puede hacer que llueva o deje de llover, tú y yo tampoco podemos hacer que nuestros problemas se acaben de un día para otro. El agricultor representa al hombre que entiende que el Señor es quien dice y se hace, quien controla las lluvias y las sequías. En nuestros tiempos, el agricultor es aquél que comprende su incapacidad de alterar las cosas. Si bien puedes cambiar mucho dentro de tu círculo, sabes muy bien que llega el momento en el que tus manos son muy pequeñas para seguir interviniendo y solamente las manos de Dios son las que pueden decidir cualquier movimiento.
Al agricultor también le da hambre, necesita de las lluvias, igual que tú, llega un momento donde la sequía comienza a quitarle el sueño y se pone de mal humor. El agricultor que tú y yo debemos ser, es aquél que no se afana por lo que está viendo. No se desespera por no encontrar una posible solución. Tiene paciencia aunque la lluvia no llegue y la cosecha esté empezando a morir.
¿Te has sentido así? ¿Estás en periodo de sequía? ¿No encuentras respuestas?
Hoy te doy dos consejos: ten paciencia y mantente firme.
¿Cuándo llegará la lluvia a tu vida y calmará el calor tan intenso? No lo sé. Solamente Dios lo sabe. No busques en los lugares incorrectos posibles respuestas o conocimiento del futuro. Es triste ver cuánto éxito tienen los horóscopos y los diferentes tipos de consultas mágicas para conocer el futuro. Aléjate de ello y entiende que el camino correcto está en entregar a Dios tus problemas, tus dudas, tus afanes y tu falta de sueño para poder así tener paciencia y mantenerte firme hasta que Él decida el tiempo preciso y perfecto para que la temporada de lluvias comience nuevamente.
Ten paciencia y mantente firme en todo momento. Es normal que te desesperes. Es normal que sientas mucha presión. Lo que no es normal es que sigas queriendo llevar todas esas cargas por ti mismo. Entrégalas hoy a Dios. Reconoce que no controlas las lluvias ni las sequías. Ten paciencia y mantente firme…

Oración
Padre: gracias por recordarme que Tú tienes el control de todo y que mis preocupaciones las debo poner a tus pies en lugar de querer solucionar todo a mi tiempo. Pon paciencia en mi corazón y permite que me mantenga firme en tu palabra soportando las pruebas pegado a Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén.

No hay comentarios: