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30 jun 2015

Salmos 12:6

Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada 7 veces. 



Los versículos anteriores nos hablaban de los labios lisonjeros y la lengua jactanciosa.  Ahora, David se encarga de aclarar cómo es la palabra de Dios.  Limpia.  Más limpia y pura de lo que jamás podremos estar nosotros.  Sin falta.  Sin mancha.  Eterna.  Viva.  Eficaz.  Al principio, puede parecer locura obedecer al Señor.  ¿Perdonar sin que pidan perdón?  ¿Amar a mi enemigo?  ¿Humillarme?  ¿Amar a mi esposa como Cristo amó a la iglesia?  ¿Sujetarme a mi esposo?  Sin embargo, una vez que das ese primer paso de fe, te das cuenta de lo maravilloso que es seguir su camino por encima del tuyo.  Mujeres: de todo lo que se les ocurra que puedan hacer para enamorar a un hombre, sujetarse a él y respetarle, hará que caiga totalmente enamorado.  Hombres: no hay nada mejor para enamorar a tu pareja que amarla como Cristo amó a la iglesia.  Esta es la palabra de Dios.  Es limpia y pura.  Es lo mejor para nuestras vidas.  Sin embargo, nos cuesta trabajo morir a nosotros y vivirlas en carne propia.  “Tú no conoces a mi pareja; tú no conoces la historia que hay detrás; es imposible sujetarme a esta persona y así los pretextos, justificables o no, continúan.  Hoy quiero que entiendas el gran error que cometes al no entender que lo que Dios dice es lo mejor para tu vida.  Quiero que entiendas el gran error que cometes cuando piensas que debes darle una oportunidad a tu idea y luego dejarás que Dios entre en acción en caso de que no funcione.  Quiero que entiendas el gran error que cometes al pensar que la palabra de Dios es para alguien más y no para tu vida.
Cada promesa de Dios es verdadera.  Cada mandamiento tiene un fin perfecto.  Cada instrucción busca transformarte para que te parezcas más a Cristo y des gloria a Dios.  Me da tristeza ver cuánta gente menosprecia la biblia porque es antigua y fuera de contexto.  Dios es el mismo.  Los humanos somos los mismos.  Diferentes sociedades, misma carne caída.  No dudes de la palabra de Dios.  No te dejes confundir.  No te desanimes.  Obedece.  Humíllate.  Sirve.  Imita a Cristo en todo lo que hagas y tu vida será llena de luz y bendiciones. 

Oración

Padre: perdón.  He dudado de tu palabra.  La he cuestionado e incluso he preferido hacer mi voluntad pensando que es mejor que tu palabra.   Hoy entiendo lo pura y perfecta que es y no quiero desobedecerte más.  Gracias por mostrarme que tu camino es de bendición y el mío lleva a muerte.  Toma mi vida Padre y guíame en todo momento pues no es fácil morir a uno mismo confiando en que Tú te encargarás de todo.  Te lo pido mi Dios en el nombre de Jesús.  Amén

4 comentarios:

Unknown dijo...

Entender que la palabra es la guía perfecta dejada por Dios puede ser difícil aceptar pero si decidimos de corazón empezar a vivir como nos manda de seguro haremos más fácil y agradables nuestras vidas

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Exactamente!

Anónimo dijo...

Creo que la palabra de Dios llega a tiempo me ha reflexionar este salmo doce versículo seis

Un Tiempo con Dios dijo...

Es increíble cómo Dios nos habla en el momento perfecto.