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25 mar 2009

Hechos 23:23-24

Y llamando (el tribuno) a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.


El día de ayer escribí que Dios te dice que tengas ánimo a pesar de las circunstancias que estés atravesando. Recientemente en una predicación, escuché al pastor decir algo sumamente interesante: primero te encuentras en un problema o disyuntiva, luego tienes que creer y confiar en Dios y tercero Dios muestra cómo van a resolverse las cosas conforme a su voluntad. No puedes ver la resolución sin pasar por la etapa del problema ni tampoco puedes tener fe queriendo ver ya la solución. Pablo entendió este principio y lo vivió al cien por ciento. En los versículos 12 al 15 se explica cómo se tramó un complot contra la vida de Pablo a tal nivel que alrededor de 40 personas hicieron voto de no tomar alimento hasta que lo vieran muerto.
El problema: querían asesinar a Pablo. Las posibles soluciones para Pablo: prácticamente ninguna, solamente esperar que los romanos lo protegieran y confiar en que no fueran corruptos para entregarlo a los judíos. Si no conociéramos los versículos 23 y 24, probablemente estaríamos nerviosos y ansiosos por saber lo que habrá de ocurrir. Así pasa en tu vida. Se te atraviesa un momento difícil, situaciones que no sabes controlar y que se han salido de tus manos. Tienes pocas o nada de opciones y lo único que sabes es que tienes que solucionarlo pero no sabes cómo o simplemente no puedes. En este momento te encuentras en los versículos anteriores al 23 y 24. Te animo a que consideres una opción alterna a lo que has pensado: no hacer nada y confiar en Dios. Dar tiempo a que te muestre su camino y permitir que El sea quien dirija tus actos. Si regreso al ejemplo de Pablo, fue exactamente lo que hizo. Él no pudo hacer nada más que confiar en Dios y esperar.
Te puedo asegurar que Pablo, a pesar de los milagros tan increíbles que había hecho Dios en su vida, nunca imaginó que le pondrían a doscientos soldados, setenta jinetes, doscientos lanceros y cabalgaduras para su protección. Estaba confiado en que el Señor mostraría el camino, pero estoy seguro que nunca imaginó que sería así.
Los versículos 23 y 24 no llegan en tu vida al día siguiente de tus oraciones. Las cosas no siempre son instantáneas. El Señor tiene tiempos diferentes a nosotros, pero siempre cumple sus promesas. Hoy quiero animarte a que confíes en Cristo y le entregues tu situación. Espera en oración y permite que muestre cómo solucionará tus problemas. Te puedo asegurar que si sigues estos pasos, en algún momento podrás decirme que ya estás viviendo los versos 23 y 24. Seguramente te sorprenderás de la forma en que Dios movió las cosas e hizo cosas inimaginables en tu vida. ¡Ese es nuestro Señor maravilloso!

Oración
Padre: ayúdame a confiar en Ti y no permitir que los problemas me ahoguen. Hoy me comprometo a esperar siempre en Ti y ver cómo Tú eres quien soluciona todo. Trae paz a mi vida y gozo a mi corazón pues puedo descansar en Ti. Te doy gracias por las enseñanzas que nos dejas y te pido que perdones mis pecados en el nombre de Jesús.


Amén

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente refleccion pero...por que en sus oraciones no menciona el nombre del Padre (de Jesus) si es cristiano seguramente toma en cuenta la oracion modelo que dejo Jesucristo a sus seguidores en Mateo 6:9 "santificar el nombre de su Padre...usted lo santifica?