Vistas de página en total

2 ago 2013

2 Pedro 1:15-16


También me esforzaré con empeño para que aun después de mi partida ustedes puedan recordar estas cosas en todo tiempo.  Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos sino dando testimonio de su grandeza, que vivimos con nuestros propios ojos.



Siendo honestos, debemos aceptar que un día moriremos.  También tenemos que aceptar que dejaremos cierto legado.  Hay personas que tratan de dejar una gran herencia a sus hijos y tratar de que estén “protegidos”.  Otros tratan de encontrar curas a enfermedades o descubrir algo nuevo.  Y otros más tratan de salvar al mundo.  Si bien, cada uno de estos deseos son buenos, debemos entender que hay algo más importante que todo.  Sí, más importante que tus hijos y tu familia.  Se llama Dios.  Él te dice que lo ames por sobre todas las cosas.  Mucha gente piensa que su pareja o sus hijos deben estar primero, pero el Señor es muy claro.  Amarás a Dios sobre todas las cosas.  El día de ayer aprendimos que debemos meditar en el trabajo que estamos haciendo hoy.  El día de hoy, aprendemos que también debemos pensar en lo que estamos dejando a los que nos rodean para el día en que no estemos.  ¡Eso es lo que nos está diciendo Pedro!  Abre los ojos.  No puedes estar aquí eternamente.  De hecho, ¡gracias a Dios por ello!  Lo que hoy debes entender es que no hay mejor plan ni legado que dejar un testimonio de lo que Dios es en tu vida.  Pedro lo dice así: les vine a compartir lo que vi con mis propios ojos.  ¿Qué dicen tus actos?  Piensa que muchas personas solamente verán tu forma de comportarte.  ¿Dan testimonio de Cristo?  ¿A veces sí y a veces no?  ¿Qué ven tus hijos y tus seres queridos?  Repito.  El mejor legado que puedes dejar es el que te recuerden como una persona que seguía a Cristo fielmente y motivaba a sus seres queridos a seguirle.  Ojo, no estoy diciendo que seas perfecto.  No estoy diciendo que seas hipócrita.  No.  Estoy diciendo que vivas una vida que agrada al Señor y seas ejemplo, en especial con tus seres queridos, de cómo vivir en servicio a Dios.
Por otro lado, Pedro nos dice que nos vino a compartir lo que él mismo vio.  Así también nosotros debemos hacerlo.  Así lo pidió Jesús.  Vayan y hagan discípulos.  Vayan y prediquen el evangelio.  ¿Pero qué vamos a compartir si no experimentamos a Dios en nuestras vidas?  ¿Qué vas a decir si no has permitido que Dios te transforme?  ¿Qué decir si tus actos hablan opuesto a lo que crees?  Tienes que entregar tu vida al Señor para poder ver sus milagros y sus promesas hechas realidad en ti.  De otra forma resulta imposible hablar de lo que has visto si no ha hecho nada en ti.  Pedro nos dejó lo que vio y lo que vivió.  Así también nosotros, queramos o no, dejaremos un ejemplo y un testimonio.  Depende de ti lo que quieras dejar.  Hoy puedes cambiar.  Hoy puedes empezar de nuevo.  Jesús nos dice que al aceptarle, absolutamente todo se nos perdona y somos hechos una nueva persona.  Si estás leyendo esto, quiere decir que estás a tiempo para empezar a hacer las cosas correctamente.

Oración
Padre Santo: quiero que mi legado sea el de un siervo tuyo que te buscó siempre y promovía que los demás se acercaran a Ti.  Te pido que mi vida hable del amor que tienes hacia nosotros y motive a las personas a acercarse a Ti.  Te pido perdón por mis pecados y por mi falta de entrega.  Vengo a Ti mi Señor para que guíes mi vida y hagas conforme a tu voluntad.  En el nombre de Jesús.  Amén 

No hay comentarios: