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27 jul 2008

Filemón 1:7


Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos.


Pablo, en esta carta, le está diciendo a Filemón que está en sus oraciones y que junto con Timoteo se gozan del extraordinario trabajo que lleva a cabo todos los días con los santos. ¿Quiénes son esos santos? Los que están limpios y puros. La siguiente pregunta es ¿quién es limpio y puro? Aquellos que han aceptado a Cristo como su Salvador y le han pedido que LIMPIE sus pecados y los PURIFIQUE.
¿Qué estaba haciendo Filemón? Confortando los corazones de los santos. La definición de confortar es: animar, alentar, consolar al afligido, dar vigor, espíritu y fuerza. (Real Academia de la Lengua Española). Eso es lo que estaba haciendo Filemón.
Actualmente, las personas que son admiradas (entre otros) son aquellas que salvan vidas, que se van a países a ayudar en situaciones extremas, que tienen siempre un corazón dispuesto al servicio de los demás. ¿Pero que hay de aquellos “héroes” que se quedan en su lugar natal y no salen en “misiones” para rescatar gente; todas esas personas que no están en las catástrofes ni salvando al mundo buscando la paz mundial? ¿Aquellos que simplemente consuelan al triste y confortan al desamparado? ¿Vale más la labor del que sale del país a ayudar a África que aquél que está ayudando a su vecino? Lo triste es que al no ser reconocido, le quitamos valor y la gente lo deja de hacer. Piensa que no tiene sentido o impacto. ¿Entiendes lo que estoy diciendo?
El GRAN trabajo de Filemón, DIGNO de ser MENCIONADO en el libro más leído del mundo, fue ANIMAR, CONFORTAR y CONSOLAR a sus hermanos en la fe.
¡Esto sí es increíble!
No quiero que parezca que le estoy quitando mérito a las otras personas que se dedican a ayudar. Definitivamente tienen su lugar importante y gracias por su trabajo.
Lo que quiero que el día de hoy reflexiones es sobre lo trascendental que puede ser el ayudar a tu prójimo. No se trata de que vayas y alimentes a cinco mil personas, que saques personas de la calle, que cures enfermedades o busques la paz mundial. Es algo tan sencillo como ESCUCHAR los problemas de tu vecino. DEDICAR tiempo para alguien que te necesita. ANIMAR a aquél que perdió su trabajo, se encuentra con enfermedad o simplemente está triste por alguna situación.
¿No suena tan difícil verdad?
Pero tristemente NO lo hacemos…
Es fácil ayudar. Lo difícil es dejar de pensar en ti mismo y pensar en que alguien más necesita de ti.
Este mundo necesita gente más sensible a las necesidades. ¿Por qué tienen que existir líneas telefónicas especiales para ayudar a la gente que se quiere suicidar o que necesitan ayuda? Por qué sus familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y demás, están muy OCUPADOS con sus propios problemas para dedicarles tiempo y ESCUCHARLOS. ¿Te das cuenta de lo irónico y triste de esto?
¡Cómo no les iba a dar gusto a Pablo y a Timoteo el saber que una persona estaba entregando su vida por los demás! Debieron haberse sentido muy contentos al ver un fruto del trabajo que habían sembrado.
Hoy te animo a que seas como Filemón. No busques que tu ayuda sea reconocida ni pienses que el trabajo que haces al consolar no tiene sentido. Si el nombre de Filemón quedó guardado para la humanidad en el libro de mayor circulación en el mundo y de todos los tiempos, por haber CONSOLADO a sus hermanos en la fe, estoy convencido que es algo que se debe promover entre nosotros. ¡Es hora de hacerlo!

Oración
Señor: quiero ser santo. Te pido que limpies y perdones mis pecados. Quiero acercarme a Ti y aprender a llevar una vida distinta, menos egoísta y más enfocada a los demás. Te pido que pueda ver las necesidades que hay a mi alrededor y pueda ser utilizado por ti. Quiero aprender a confortar, animar y consolar a la gente como lo hizo Filemón. Te pido que me guíes para hacerlo. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

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