Vistas de página en total

22 jul 2008

Filemón 1:1-2

Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, y a la amada Apia, y a Arquito nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en su casa.


Conforme voy relacionando situaciones similares en la Biblia, con personajes distintos, una de las características que más resalta en aquellos ejemplos a seguir es que el egoísmo no existe en su diccionario y por consecuencia en su forma de vivir. De una u otra forma, sin importar las circunstancias, la Biblia nos pone varios ejemplos de personas que, a pesar de lo que están atravesando en ese momento, dedicaban tiempo y esfuerzo a otras personas. En esta ocasión Pablo y Timoteo son el ejemplo.
Imagina lo difícil que era la vida de Pablo. No existían los bancos para llegar y sacar dinero para comprar su comida o pagar un hotel para pasar la noche. Tampoco se hace mención de que fuera económicamente apoyado desde lejos, de hecho en algunos de sus viajes tuvo que trabajar (fuera de predicar a Cristo) para ganarse el pan de cada día y no ser una carga para los hermanos. Estoy convencido que sus días estaban llenos de dificultades y al escribir su carta a Filemón no era la excepción. Probablemente por los años 62 y 63 d.C. fue escrita esta carta por parte de Pablo y Timoteo a su gran amigo, hermano y colaborador Filemón estando en prisión.
Pienso que Pablo desechó de su mente y vocabulario la palabra egoísmo pues en todo momento siempre tuvo en sus prioridades a Cristo por encima de sus deseos y después a sus hermanos y colaboradores.
La verdad es que si me comparo con Pablo quedo en ridículo. No lo digo en broma sino como un punto muy importante a desarrollar en mí. Por ello quiero que el día de hoy le dediques tiempo a reflexionar sobre la cantidad de tiempo que te dedicas contra lo que le dedicas a los demás. ¿Qué tanto te interesa la gente? ¿Le pones atención? ¿Le das seguimiento a sus problemas?
Me sorprende también que Pablo se acordara de los nombres de más personas y además les manda saludos. Actualmente la gente utiliza agendas y métodos más sofisticados para recordar nombres y personas. Solamente aquellos que frecuentan tienen el privilegio de ser llamados por su nombre y recibir saludos de vez en cuando.
Pablo no era así. Él recordaba a las personas que en algún momento estuvieron en su vida. Recordaba aquellos a quienes les compartió de la palabra de Dios y además los tenía presentes.
Por último, mandan a saludar a la iglesia que se encuentra en la casa de Arquito. La Biblia explica que la iglesia es conformada por las personas que tienen a Cristo en su corazón y su cuerpo es el templo. No tiene que existir una construcción en específico para que ahí esté Dios. Entonces la iglesia a la que están saludando está compuesta por varios creyentes y los autores nuevamente demuestran su interés y preocupación por ellos.
Para terminar me gustaría que volvieras a reflexionar en tu preocupación por los demás. Que meditaras sobre tu egoísmo contra la entrega a los demás. ¿Por qué nos costará tanto trabajo? Lo que te puedo decir es que estoy seguro que el entregarse a los demás, dar de tu tiempo, esfuerzo y ayuda trae mayor bendición que el buscar solo tu bien propio.

Oración
Padre: te pido perdón porque sé que he sido egoísta. Hoy gracias a tu palabra veo ejemplos de personas como Pablo y Timoteo que a pesar de sus circunstancias seguían preocupados e interesados por sus hermanos en Cristo, yo quiero ser igual. Quita mi falta de interés y amor hacia los demás y permite que tenga una vida de entrega y apoyo. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

No hay comentarios: