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24 jul 2008

Filemón 1:3


Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.




La palabra gracia en el griego “járis” significa: influencia divina sobre el corazón y su reflejo en la vida, gratitud, gozo, congraciarte. Es interesante que no signifique solamente gratitud o gozo sino que en ese entonces se podía utilizar como la gracia de Dios entregada a una persona y la representación de esa gracia en la vida de la persona.
Por otro lado es muy importante notar de dónde proviene la gracia y la paz. De Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
La gracia y la paz no vienen del dinero, de encontrar una pareja, de tener el trabajo ideal, de las vacaciones más exóticas e increíbles, de retirarte y poder hacer lo que quieras. Aunque a veces nos pareciera que si tuviéramos aunque sea solo una de las opciones anteriormente mencionadas tendríamos gracia y paz, la realidad es otra. (A mí ya se me antojaron unas vacaciones)
Ahora, cuando estás de vacaciones descansando o cuando tu cuenta de cheques aumenta, es indudable que sentirás gozo y paz. ¿Quién no disfruta de un rico y merecido tiempo de descanso? El problema es que TIENES que regresar a tu casa y dejar ese lugar paradisíaco. De igual manera, cuando recibes más dinero, te da paz saber que podrás pagar la renta de tu casa y los gastos para sustentar a los tuyos. Pero por algún motivo, conforme pasan los años (o los meses dependiendo el caso) esa paz se escurre como agua en las manos.
La Palabra de Dios habla de una gracia y una paz que NO puedes encontrar en el mundo. Es especial. Es sobrenatural. Es divina. Es perfecta. Es incomprensible. (Juan 14:27)
No trates de quebrarte la cabeza entendiendo el por qué de la gracia y paz que te puede dar Dios. Sería un intento inútil.
Reflexiona por un momento: ¿no te encantaría tener gracia y paz ahora mismo? ¿No estás cansado? Yo sí.
Pienso que el mundo te envuelve y muchas veces acaba sofocándote. Tienes responsabilidades que cumplir, compromisos, tiempo de ejercicio, pagar muchas cosas y con precios cada vez más caros, hay enfermedades, hay necesidad. Todo esto se vuelve como una ola gigante que viene hacia ti y tú no puedes correr pues no sabrías ni para dónde. Sabes que debes y quieres salir pero por más que intentas no has podido encontrar la salida correcta pues siempre regresas al punto inicial. ¿Te ha pasado?
La salida se encuentra en Dios Padre y el Señor Jesucristo.
La carta no dice gracia y paz por “cordialidad y modales”. Tampoco era una frase de moda o muletilla. En este tiempo la gente se dice “que te vaya bien” y no necesariamente lo piensa o entiende cómo hacer para que eso suceda. Pero cuando se escribió esta carta, Pablo y Timoteo sabían que no podían tener “buenos deseos” hacia Filemón. Tenían que desearle la gracia y la paz directamente de la fuente: el Señor.
Espero que hoy entiendas que no hay otro lugar para poder tener estas dos bendiciones. Dios está esperando que vengas a Él y las pidas. Tiene sus brazos abiertos y su atención puesta en ti. ¿Qué estás esperando? ¿No has tenido suficiente?

Oración
Señor: estoy cansado. Te pido perdón por mis pecados. Quiero experimentar tu gracia y tu paz. Quiero vivir en tu amor, quiero vivir confiado en ti y quitarme todas las cargas que no me dejan descansar. Hoy entendí que solamente tú puedes llenarme de gozo y paz y te pido que así lo hagas. Escucha mi oración Señor, en el nombre de Jesús
Amén

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